viernes, 15 de abril de 2011

LA FUERZA DE LA RACIONALIDAD,PARA CONSTRUIR UN MUNDO MEJOR.

CINE, PARA UNA OPCION AFORTUNADA.

Alrededor de unas veinte empresas cinematográficas funcionan comercialmente en el conjunto de la provincia de Málaga. La casi totalidad de esos centros de proyección ofrecen sus películas en multisalas, con lo que el número de pantallas se multiplica hasta una cifra notablemente elevada. Pues bien, sólo una pantalla, entre la capital y los municipios de la provincia, proyecta en la actualidad una película danesa, en versión original subtitulada, dirigida por Susanne Bier (Copenhague, 1960) cinta que ostenta el sugerente título de EN UN MUNDO MEJOR. Hay que agradecer al Teatro Cine Alameda el gesto de ofrecernos una de las mejores películas que, actualmente, visitan las carteleras españolas. Se trata de un cine diferente del que nos ofrece habitualmente la industria de Hollywood: clónico, aburrido, insustancial, sexual o violento. Este otro, procedente de la fábrica europea, es por el contrario original, interesante, sugerente en lo educativo y con un tratamiento de la temática que sabe atender la prudencia en el realismo y la intensidad en lo conceptual. Es una película que hay que ver, saborear, reflexionar e integrar, para enriquecer la jerarquía de los valores que adornan nuestra identidad. Y es recomendable su visionado no sólo porque venga avalada con dos importantes premios que se cotizan muy bien en el denominado séptimo arte: Óscar de Hollywood 2010 a la mejor película de habla no inglesa, y Globo de Oro en la misma categoría, sino también porque es una buena película para distraer, para aprender, para reflexionar. Para tratar de construir un mundo más verdadero, más limpio, más ético. Un mundo mejor. Una sociedad en que la violencia, física o conceptual, se vea superada y derrotada por el diálogo, el pacifismo y el amor, pleno de nobleza y generosidad. Amistad y solidaridad. Las líneas que prosiguen ofrecen una interpretación básica de su estructura argumental, aviso necesario para todos aquellos que no les agrada conocer la trama de una película antes de pasar por taquilla o por la pantalla de su televisor.

ALGO DE LA TRAMA ARGUMENTAL.

La directora danesa nos introduce en la historia de dos familias que sufren las consecuencias de una ruptura interna. Anton y Marianne, ambos doctores en medicina, han separado sus vidas desde la infidelidad que él cometió en su matrimonio, vinculándose temporalmente con otra mujer. Profesionalmente, este profesional entrega sus mejores conocimientos sanitarios ayudando a humildes comunidades africanas de refugiados, colectivos que sufren el azote de luchas civiles tribales. Tiene dos hijos que viven con su ex mujer en una provincia de Dinamarca. El mayor Elías, tiene diez años y es de carácter apocado. Sufre continuas agresiones de su compañeros de colegio, bullying que el crío soporta con dolor sin saber reaccionar a los ataques. La otra familia, que nos introduce la trama, es la que forma Claus junto a su hijo Christian. Ambos han sufrido, en fecha reciente, la terrible pérdida de una esposa y una madre, respectivamente, ante la crueldad patológica del cáncer. Christian no ha podido superar esa orfandad, para su joven edad (similar a la de Elías) de la que, infantilmente, culpa a su padre por no haber posibilitado que su madre sanase. La ruptura entre Christian y su padre es manifiesta. Es un chico de carácter introvertido, serio e inteligente, aunque su dolor lo focaliza por medio de la fuerza contra aquello que considera injusto. La amistad colegial entre Christian y Elías hace que éste se sienta protegido de los ataques de los que usualmente es objeto, pues su compañero se enfrenta con extrema violencia ante el cabecilla de los agresores escolares. Una tarde, los dos amigos, junto a su hermano, juegan en un parque infantil, mientras Antón es humillado por un hombre violento, padre de otro de los chicos que allí pasan la tarde. Les explica a los tres que ante la fuerza y la violencia hay que aplicar el pacifismo, el equilibrio y el diálogo. Así lo hace, cuando Christian descubre el lugar de trabajo de ese mecánico visceral y se lo comenta al padre de su amigo. Pero éste, en el taller y ante los tres niños, sufre de nuevo, con estoicismo, la respuesta agresiva y despreciativa de un energúmeno, todo fuerza y escasa inteligencia. Christian maquina un duro castigo contra ese ser irracional que de nuevo ha humillado al padre de su mejor amigo. Fabrica un explosivo para destruir el coche del mecánico y, al hacerlo, provoca sin querer graves lesiones a Elías. En ese contexto, el idealismo del Antón en su ayuda a los más necesitados se pone a prueba cuando un líder asesino de tribus rebeldes africanas solicita su ayuda ante la profundas herida que ha sufrido en una pierna durante uno de sus ataques. Antón le cura pero, ante la maldad intrínseca que hace gala el herido como respuesta, le echa del campamento dejándole en manos de un odio colectivo por la sangre y maldad que, de manera continua ha derramado. Al final, en medio de todo el dolor, la esperanza vuelve a anidar entre las dos familias. Marianne avanza en el camino del perdón para el que ha sido su marido. Christian se arrepiente de su opción violenta para luchar contra la injusticia. Comprende, de igual forma, que su padre es el pilar afectivo que necesita para recuperar el cariño y la racionalidad que ha de presidir su evolución hacia la adolescencia. Incluso pensaba poner fin a su vida ante la creencia errónea que su único amigo había muerto por su inconsciencia. Pero, una vez más, Antón, sabe cómo hacer el bien en su constante idealismo por construir un mundo mejor.

ALGUNOS INTERESANTES ELEMENTOS A RESALTAR.

Nos hallamos ante una película en que los contrastes se hacen presentes, de manera continua, en escena. Y es que los contrastes, en el devenir de nuestras vivencias, son más que evidentes. Permanentes, habría que decir. Veamos algunos de los más relevantes. Dos sociedades. África y Europa. Subdesarrollo, guerras tribales, necesidad, pobreza, en muchas áreas de ese Tercer Mundo. Desarrollo material, en la sociedad europea, aunque con grandes burbujas en la decadencia de valores y actitudes para la convivencia. Y uno de nuestros protagonistas, el doctor Anton, comparte ambas realidades, espaciales y éticas, en su proyecto de vida. También, los dos chicos, en su caminar hacia la adolescencia. Están unidos a sendas rupturas familiares por el azar de las circunstancias. Pero, mientras Elías muestra su carácter débil, apocado, pasivo, resignado ante la injusticia y la intolerancia de su entorno escolar, su amigo Christian posee un carácter fuerte, activo, cerebral, que opta por las soluciones de fuerza ante la maldad que percibe en su perímetro relacional. Paralelismos y contrastes entre un mundo de adultos, en el que la violencia física se opone a la fuerza de la razón, y ese espacio infantil que mimetiza los drásticos comportamientos de los mayores para degradar una convivencia que debe estar presidida por la amistad y el recíproco respeto entre los humanos. Venganza y perdón. Extremismo y paciencia. Intolerancia y respeto. Materialidad e idealismo. Maldad y amor. Estos valores contrastados prevalecen a lo largo de los 110 m. de metraje que se hacen cortos o largos, según la predisposición anímica de cada espectador.

El mayor elogio que podemos deparar a la interpretación de los actores es el de ser convincentes. Creíbles. Próximos, en la normalidad existencial. De forma especial hay que destacar la sencilla y poderosa naturalidad de los dos niños ante la cámara. A pesar de las cualidades interpretativas de estos muy jóvenes actores, se nota, a la distancia, la habilidad del equipo de dirección, presidido por Susanne Bier, para conformar un clima escenográfico favorable que facilite esa expresividad verdadera con la que continuamente nos cruzamos en nuestro viaje por la realidad. Por cierto, los figurantes y protagonistas en el campamento de refugiados africano consiguen ofrecernos un trabajo muy convincente y cualitativo.

No podemos olvidarnos de la plasticidad cromática de la fotografía. Especialmente cuando nos regala un paisaje como el africano, con ese cielo de azul y nubes, enriquecido por densas tonalidades de intensa pigmentación. Y esa focalización en picado de la cámara que le da, a determinadas escenas, una didáctica explicativa que posibilita una mejor perspectiva de los problemas y hechos narrados durante la lectura fílmica.

SUGERENTE RECURSO EDUCATIVO.

Tenemos a mano un material de incuestionable relevancia para su rentabilidad tutorial, en una sesión de cine-fórum educativo con nuestros alumnos. ¿Y por qué no para dialogar con nuestros hijos, en el seno de la microsociedad familiar? También, por supuesto, con esa reflexión que fluye silenciosa de la propia conciencia, en el espacio íntimo de nuestra más celosa privacidad personal ¡Podríamos hablar..... de tantas cosas que se hacen presentes en la necesidad relacional! Acoso escolar, violencia, intolerancia, familia, diálogo, ejemplo, pacifismo, amistad, infidelidad, idealismo, enfermedad, refugiados, perdón, amistad, suicidio, profesores, hijos, padres, Internet, subdesarrollo, aceptación, rebeldía, reacción, amor..... Este documento de ficción, pero con el fundamento de una base real, creíble, puede sernos, a poco que abramos los ojos y templemos nuestra conciencia, de suma utilidad. Es cuestión de integrar, reflexivamente, valores y realidades que se tornan, a veces, fugaces y volátiles en la materialidad, celeridad y autismos egoístas que suelen presidir nuestros comportamientos cotidianos. Es bueno dejar de pensar por un momento en ti para atender, con generosidad, hacia las necesidades de los demás. EN UN MUNDO MEJOR. Teatro Cine Alameda, Málaga. I hope you like it. Espero que sea de tu agrado.-

José L. Casado Toro (viernes, 15 abril 2011).

Profesor.

http://www.jlcasadot.blogspot.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario