jueves, 31 de marzo de 2011

DOS MUJERES. SONIA Y NORA.

El título de este relato nos trae a la memoria aquella gran película italiana de grato recuerdo, rodada en 1960. Vittorio de Sica dirigió a Sophia Loren y a Eleonora Browm (Cesira y Rosetta) en una humana y trágica historia, ambientada durante la 2ª Guerra Mundial, cuando Italia estaba siendo liberada del fascismo por el avance de las tropas aliadas. Sin embargo, en este momento, quiero referirme a la historia de Sonia y Nora, dos seres que se atrevieron a cruzar sus sentimientos, sus anhelos y deseos. Veamos si nos dejan asomarnos, con respeto y atención, a la privacidad de sus vidas.

Se conocieron allá en las vacaciones de 2004, durante la celebración de un Curso de verano, en la romántica ciudad de Ronda. Ambas ejercen de Profesoras de Secundaria, en dos Institutos relativamente cercanos por la zona oeste de Málaga. Sonia, 47 años muy bien llevados, explica la materia de Física y Química, aunque en ocasiones ha tenido que atender a unas Matemáticas, en cursos iniciales de la ESO. Carácter fuerte, posesiva sobre su entorno, refleja físicamente una estructura asténica y practica con intensidad el senderismo y la natación. Nunca ha tenido pareja, aunque físicamente es atractiva y cultivada en lo intelectual. Aprobó las oposiciones hace ya once años después de haber recorrido numerosos destinos, en la Geografía andaluza, como Profesora contratada por la Junta. Tras intimar con Nora, viven juntas en su piso reformado, ubicado por el laberinto antiguo de la capital. Esta compañera es doce años más joven que Sonia. Alegre, desenvuelta, comunicativa, desordenada, cariñosa y algo “locuela” en la apreciación de su entorno, tuvo una relación de varios años con un compañero de la infancia, e incluso llegaron a convivir sin pasar por la vicaría o por el Registro Civil. Es profesora de Literatura, aunque también hace sus pinitos con el dibujo y los lienzos al óleo. En realidad, Nora es una joven sensible, generosa, influenciable por los demás y con fases en su vida de profunda e inestable inseguridad. Físicamente padece una tendencia a incrementar gramos en el cuerpo, aunque lucha con ejemplar disciplina a fin de equilibrar una anatomía cuya imagen, en su conjunto, es bastante atractiva.

Hace ya casi siete años, estos dos caracteres acercaron su intimidad, dando un largo paseo por la Alameda del Tajo, en un atardecer anaranjado y aromático a finales de julio. Fue una extensa conversación en la que a poco comenzaron a intercambiar recuerdos, anhelos y circunstancias. También soledades, necesidades, dudas y silencios. Fueron semanas, las que sucedieron, en que dos seres, huérfanos de afecto, no encontraron por qués para la distancia y sí razones para la unión de sus deseos. En Sonia, esa vinculación suponía una respuesta más que arraigada en su compleja naturaleza. Pero nunca había tenido oportunidad para llevarla a la práctica. ¿Miedo, recelo, ambiente, familia, disimulo….? Hubo en su vida no pocas noches en vela, sintiendo y componiendo escenas y actitudes, en las que ella y muchas otras ellas hablaban, compartían y sonreían sus soledades, angustias y necesidades. Pero nada material, nada real. Todo en la esfera de la imaginación y el deseo. Por el contrario, en la vida de Nora, ese impulso novedoso y atrayente hacia una persona con el mismo cuerpo pero con diferentes sentimientos, fue algo tan inesperado y apasionado que transformó profundamente su forma de reconocerse, en el ser y en el actuar. Su cuerpo le reclamaba otro lenguaje, otro alimento, otra necesidad para su estabilidad. Había conocido en la profundidad relacional a un hombre. Ahora, sin apenas suponerlo, era una mujer la que formaba pareja con su intimidad.

Esa vivencia compartida tuvo momentos espléndidos para la ilusión y el sosiego. Volver a casa y saber que alguien te espera. Recibir esas palabras de consuelo y afecto, cuando el devenir del día se había tornado plomizo y nublado para tu desconcierto. Conmemorar, con intensa alegría, fechas del calendario que significaban eventos agradables para el gozo y el recuerdo. Aquel apasionado viaje, en la segunda primavera de sus vidas compartidas, realizado entre Grecia y Egipto, quedaría grabado con sentimientos y palabras que significan y saben a felicidad. También es verdad que, de forma traviesa y sibilina, fueron llegando experiencias menos gratas y más dolorosas. Probablemente alguna mirada indiscreta pudo observar, en aquel domingo de septiembre, sus manos unidas y ese beso en los labios que no se recataron en privatizar. Pero ese gesto afectivo para la unión fue realizado en una terraza solariega que mira al mar. Alguien estuvo observando, te reconoció y lo comentó en la cena familiar. Llegas a clase de tercero y captas una atmósfera diferente a la usual. Palpas en el ambiente la expectación que se respira esperando, sin duda, la reacción de la Profe Sonia. Dejas tu bolso en la mesa, abres la carpeta de los apuntes y ejercicios y te vuelves para el encerado a fin de anotar un par de fórmulas de aerodinámica que ibas a trabajar. La pizarra estaba anormalmente limpia, pero sólo una palabra, rotulada con caligrafía capital, había quedo libre del borrador. Tu corazón se dispara en latidos para la velocidad cuando lees lo de “LESVICA”, escrito con uve y sin acento, para incultura, intolerancia y maldad de su joven autor. Fueron segundos muy difíciles, en el control de la tensión, que fácilmente podían desbordarte. Respiras aire de un ambiente viciado por la crueldad y con parsimonia tomas en tus manos el borrador. Eliminas la tiza que sustenta esas letras y, a continuación te vuelves y observas a tus 26 escolares. Sólo tres, aguantan tu mirada. Entre ellos, uno sonríe con indisimulado descaro. El resto de los alumnos y alumnas, tienen clavados sus ojos en las páginas de su manual de Física. Te vuelves a la pizarra y, sin perder la calma, escribes las formulas que toca explicar hoy en la materia. Tratas de no remover más lo indigno del comportamiento de ese ser que te acusa de algo malo, cuando tú no lo sientes así, y evitas dar parte a la Jefatura de Estudios. Aquella noche no pudiste reprimir el llanto, cuando siempre te has enorgullecido de ser muy fuerte ante la dificultad. Te ves abrazada a Nora que sólo acertaba a decirte, con voz baja y afectiva “ya todo ha pasado. No pienses más en ello. Lo importante es que yo estoy aquí, junto a ti”.

¿Y cual fue la actitud de vuestras respectivas familias, en esa unión o convivencia que decidisteis protagonizar? (Responde Nora) “En general, bastante bien. La comprensión de mis padres yo la he sentido de manera absoluta. Bien es verdad que al principio les sorprendió, y mucho, la decisión que adopté. Sobre todo, después de la unión que mantuve con Alberto durante esos años. Como nunca llegaron a verme totalmente feliz durante esa etapa, entendieron mejor la ruptura y la respuesta, un tanto inesperada, que posteriormente se generó en mi vida. También mi hermana Araceli, un cielo de persona, siempre ha estado conmigo en todo lo que he decidido. La admiro y quiero, con toda mi alma, por su continua bondad, a pesar de lo dura que está haciendo la vida con ella, soportando tantas decisiones médicas para un cuerpo tan castigado como el suyo sin un mal gesto por su parte. Del resto de mi familia, no puedo hablar con tanta benevolencia” “Pues, en mi caso, (habla Sonia) he de confesar que mi madre, prácticamente, no me habla. Es una mujer muy chapada a la antigua que siempre fue especialmente crítica ante mi independencia y vida en soledad. Al ser hija única, se lamentaba, de forma continua, de que no le ofreciera unos nietos para su madurez. Le crispaba y molestaba en demasía los comentarios de sus amigas de sacristía, acerca de mi soltería. Como nunca me conocieron con un novio que me acompañara, sé que más de algún comentario hiriente hicieron al fuerte orgullo de mi madre que, a tenor de su ego, tuvo que provocarle un profundo dolor. El día que le dije abiertamente que me disponía a vivir en compañía afectiva de Nora, su respuesta fue dramática. Prácticamente me dijo que no le volviera a visitar. En la pasada Navidad, cuando estuvo malilla, si fui a verla (vive con una hermana más pequeña) pero el rato que estuve en casa con ella fue de lo más gélido y frío que he vivido en mucho tiempo. En cuanto al resto de la familia….. pues abundan esas sonrisas y comentarios, con segundas, con los que se pretende herirte sin más. Sin embargo mi tío Pedro, que ha paseado por medio mundo (fue marino mercante, gran truhán pero mejor persona) ha sido el único que un día vino a casa y me dijo con mucho cariño que siempre estaría conmigo en esta mi decisión. Que me respetaba por lo valiente que había sido y que su mano estaría siempre abierta a mi necesidad. Realmente, es de lo mejor que he conocido”.

¿Y en el caso de vuestros compas de trabajo? (respuestas intercaladas, por parte de mis dos agradables y comunicativas interlocutoras) En mi Instituto suelo cuidar, con habilidad, mi privacidad, al margen de un par de compañeros con los que si he intimado algo más. Si conocieran algo, tampoco es tan grave la cosa, suelen tener la delicadeza educada de personas adultas. Pues, en mi caso, algo parecido. Un día, al entrar en la Sala de Profesores, noté que dos compas estaban hablando de mí. Cambiaron rápidamente de conversación y las vi un tanto incómodas por si yo había captado algo de sus comentarios. No le di más importancia aunque me dio que pensar, al tratarse de dos compañera muy jóvenes. Yo creo que nuestra relación es natural, es lo que deseamos, por lo que debemos actuar y comportarnos con esa normalidad que deseamos para nuestras vidas.

Fueron pasando las estaciones, los meses y los días. Se fue estabilizando el fulgor de la atracción, desde aquel noviciado impetuoso, tanto en lo espiritual como en lo orgánico. La letal patología de la rutina fue horadando sentimientos, afectos y lealtades. La aceptación de la convivencia se hizo, en ocasiones, difícil y conflictiva, pero siempre llegaba la terapia de la reconciliación, la cesión generosa y la primacía inevitable de la recíproca necesidad. Uno de los temas que más exigió del diálogo y la discusión fue la posibilidad de sustentar una descendencia. Descartada la opción de intentar luchar en el bosque inmisericorde de lo administrativo, con una adopción legal o paralegal, se puso sobre la mesa de sus sentimientos y realidades la vía médica de la inseminación artificial. En este plano, la actitud de Nora siempre fue más definida y valiente que la de Sonia que, en realidad, nunca integró la posibilidad de una maternidad para su proyecto vivencial. En sus consultas a un centro de planificación, Nora siempre tuvo el apoyo de su compañera y amante, estímulo más que necesario para una decisión de tan profunda y decisiva responsabilidad.

Algo debió ocurrir durante las visitas al centro de planificación. Sonia captó un progresivo distanciamiento en los gestos, las transparencias y en el cariño de Nora. Nunca tuvo motivos concretos para hacer explícita esos cambios que adoptan un lenguaje difícil de acomodar a las palabras. Están, se sienten, pero no tienen cuerpo físico que los sustente en lo material. Hubo algunas noches que, sin poder conciliar el sueño, el desconsuelo hizo brotar lágrimas acongojadas en el corazón de Sonia. En la noche de ayer sábado, iban a salir a cenar. Mientras se arreglaba, Nora entró en el dormitorio para acomodarle un pañuelo al cuello, pues hacía frío en el ambiente. Su compañera y amante no pudo más y estalló en un amargo y silencioso llanto. Nora no acertó a pronunciar palabra alguna, sólo se limitó a abrazarla durante unos críticos, líricos y silenciosos minutos.

Cenaron en un restaurante de luces intimistas y al poco se vieron paseando por un sendero ajardinado junto al mar. En esa noche, algo desapacible por la intensa humedad del oleaje, pero iluminada por una sacral bóveda de estrellas, una vez más se le hizo presente la figura esperanzada de Alex. Ese joven profesional de la medicina que había sabido despertar y potenciar en ella una atracción heterosexual, difícil de refrenar, sentimiento que pensaba había ya desaparecido en su vida. Desde un viejo chiringuito, con opacidad en sus ventanas por el tiempo y el descuido, llegaban las estrofas de Mujer contra mujer, recitadas por Ana Torroja la dulce y sensible voz de Mecano. Pudo ser una casualidad.-

José L. Casado Toro (viernes, 1 abril 2011).

Profesor.

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viernes, 25 de marzo de 2011

ASÍ, AMANECE UN NUEVO DÍA.


Es cierto. Nos embarga un cierto recelo asomarnos a la ventana del calendario y ver lo que tenemos ahí afuera, más o menos cerca en la distancia o incluso anidando en la intimidad de nosotros mismos. ¿Acabo de escribir el término recelo? Más bien habría que utilizar la palabra temor, como término más apropiado para referirse a esa atmósfera hitchcockiana que nos amenaza y aturde. El gran maestro Alfred Hitchcock (Londres, 1899 - Los Ángeles 1980) nos regalaba en su cine un variado panorama del suspense que suele afectar a las relaciones humanas. En realidad no es necesario acercarse a la gran pantalla de la “sábana blanca” o al LCD de las treinta y tantas pulgadas que tenemos en el salón hogareño, a fin de percibir este sentimiento que viste nuestra imaginación de intriga, incertidumbre y decepción. Las cintas que recogen fielmente las historias del thriller cotidiano la tenemos aquí cerca, muy próximas a nosotros, para todo aquél que se atreva a mirar, a leer y a reflexionar. Basta con que ojeemos los titulares en el periódico del día, comprobemos las informaciones digitales de nuestro ordenador o tengamos la valentía y el arrojo necesario para encender la televisión. Simplemente, “lancémonos” al espacio abierto y hagamos eso tan simple o ilustrativo como es pasear por las calles, plazas y arrabales de nuestras ciudades y comunidades urbanas.

En realidad, las informaciones reflejan o dicen lo que está ocurriendo. Nos guste menos o más, son contenidos sobre hechos que están desarrollándose a nuestro alrededor, próximo, mediato o en un más allá lejano. En esta atmósfera global comunicativa, que nos inunda y gratifica (siempre resultará más favorable la información que el desconocimiento), es sólo cuestión de segundos el que lleguemos a conocer acontecimientos que rompen la estabilidad o la rutina del sistema. Nos sobrecogen, nos aturden, nos desaniman y, por supuesto, provocan en nuestros sentidos y espíritu una profunda tristeza. Tristeza que tendremos que controlar y superar, con ineludible equilibrio, profunda inteligencia y voluntad generosa. Pero vayamos a comentarios concretos, a modo de puntuales ejemplos en lo cotidiano.

Muy de mañana, hoy como ayer, abrimos nuestra mirada a los diarios digitales o adquirimos, en el puesto amigo de la esquina, aquel periódico con el que nos sentimos más identificado. Dado el tiempo real disponible, para tantas opciones en nuestra planificación del día, apenas tenemos otra oportunidad que ojear titulares y detenernos en algún artículo, comentario o editorial que nos llame especialmente la atención. ¿Y qué nos encontramos hoy, como pudo ser el día de antes o como igual aparece mañana?

Vemos el drama natural y nuclear en Japón. La naturaleza protesta, grita y tiembla, en una sociedad hiper-modernizada en la que el desarrollo, mal que nos pese, se aleja delnivel sostenible. Como acá y allá. Y la ambición de la sed energética. Tenemos un gran Sol. Tres cuartas partes de la superficie terrestre está cubierta por el mar. Hay una generosa biomasa que finaliza su vida útil dormitando en los vertederos. Y el viento, que continúa soplando con cíclica y eólica generosidad. Pero, con estupidez manifiesta, basamos nuestra vida, en lo finito del petróleo y en el riesgo, potencial y real, de lo nuclear. Si ya, en una de las tres primeras economías mundiales, el desastre se viste con ropajes de lo patético ¿qué hubiera ocurrido si algo similar para el desastre hubiese ocurrido e

n una economía y civilización más atrasada? Y no olvidemos que las consecuencias delirantes del cambio climático están aguardando ahí cerca, tras la incógnita del calendario. Es la primera entrada, plena de pavor en el horror, para “abrir boca”. Continúa la violencia bélica por “esos mundos” no muy alejados del nuestro, con sus secuelas de dolor, muertes, destrucción y orfandad. Hoy, gravísimos enfrentamientos civiles en Libia que, mañana, se volverán a repetir en otras geografías, en otras áreas regionales. Dictaduras que atenazan a los pueblos y pueblos que se rebelan contra el dictador, hasta hace poco vitoreado y ensalzado hasta la divinización. Y una “Odisea del amanecer” en forma de centenares de misiles para la destrucción que los aliados occidentales vierten sobre objetivos libios. Casi cuarenta y dos años han tardado en considerar al líder libio Muamar el Gadafi (Sirte, Tripolitania, 1942) como un peligroso dictador que masacra la voluntad democrática de su pueblo. Todos los días surgen análisis y tratamientos originales, dramáticos al tiempo, sobre la situación laboral en nuestro país. También, en el área geopolítica a la que pertenecemos. Vemos a familias, hogares, personas sin trabajo, con unas graves carencias materiales para lo más inmediato y con otras necesidades o traumas psicológicos derivados de una baja autoestima y depresión ante los títulos, preparación o experiencia que se atesoran para la inutilidad. Y unas cifras inquietantes en el paro que no cesan de avanzar. Todos pensando en la inminente temporada veraniega que ayude a enmascarar esa evidencia del bloqueo económico que el sistema genera para nuestro padecer. Bebés robados para la indignidad. Datos espeluznantes en el drama de esas madres y padres, a los que arrebataron sus hijos para el lucro despreciable de las conciencias. Hablan de respetables profesiones y vocaciones implicadas en los hechos pero, como han pasado los años, ahora los jueces afirman que los supuestos delitos han debido prescribir para su implicación penal. ¡Pues vaya! No falta, tampoco, la corrupción del día. Hoy le toca a unos. Mañana corresponderá a los de enfrente. La picaresca campa por sus respetos enel campo agrietado de nuestro ser y existir. Personajes, cargos, dirigentes, listillos y acomodados, hacen todo lo posible por sacar tajada. Y la denuncia y el dedo acusador señalando a los de enfrente. Para ellos, los acusadores, defendiendo el reclamo contundente de la presunción de inocencia. Sigue oliendo a podrido, pero aquí hubo un Siglo de Oro y un género realista de la picaresca. El oro del siglo todos nos imaginamos donde está, pero la picaresca real, sobrevive, se perpetúa y retroalimenta. Por los siglos de los siglos….. ¡Oye, y la gasolina con su caminar inexorable hacia el euro y medio! Han “cazado” 946 kilos de hachís. Excelente cosecha para el quehacer laborioso del agro. Otra cacería, para el sosiego de la intranquilidad: descubiertas nuevas redes de pornografía infantil y pedofilia por esas redes digitales de la comunicación. La industria del sol, playa y naturaleza demanda, ya afónica, un poco de racionalidad. Pero los sindicatos van a lo suyo (amenaza irresponsable de huelga, para mirarse el ombligo) y las Administraciones también. Llegará el verano y todos acudiremos a la esperanza de las ubres turísticas. ¿Seguirá flotando, un año más, esa nata para el eufemismo (mierda, para ser más pulcros y cuidadosos en el lenguaje) por las orillas playeras de la Costa del Sol? Por cierto, ese término “cacofónico” está en el diccionario de la R.A.E. Y un miembro de la Academia de Cine en España, ha sido detenido acusado de un supuesto delito contra la propiedad intelectual. Permítanme la carcajada. Para mayor gloria de corsarios, bucaneros y piratas de los 35 m/m, hasta en la “sacrosanta” Academia florecen las descargas. Y los embalses evacuando agua al mar ¡Qué gran homenaje merecen ingenieros, políticos y Administraciones varias, por su abnegada generosidad a fin de hidratar el Mare Nostrum! Pero, bueno ¿es que no sabemos valorar ese danubiano espectáculo de ver al río de la ciudad (Guadalmedina) transportando algo de agua en su sempiterno árido cauce? Hay que buscar, siempre, el lado positivo de la realidad. También, las graves enfermedades que ponen fin a ese discurrir por la vida de muchas personas. Entre ellas, a nombres ilustres de la ciencia, las artes, el deporte o la política. ¡Resultan tan ingratos de leer algunos detalles, en palabras y fotos, acerca de los últimos momentos para su ciclo vital! Para poner una guinda en este desenfrenado “pastel” mediático de las tenebrosas nubes oscuras, desde el viernes 11 ocupa numerosas pantallas de nuestro país Torrente 4, en 3 D. ¿Dónde vas, Cine Español, dónde vas Torrente, triste de ti? Y aún nos amenaza con rodar una quinta parte.

La verdad es que asomarse a las páginas de los diarios, sintonizar los informativos de radio y televisión o navegar por las páginas digitales de las empresas mediáticas, con este panorama, supone una actitud que podemos calificar de temeraria, desagradable o, incluso, alcanzando cotas de masoquista. Claro que reflejan la realidad. Pero ¡vaya realidad! Hubiera añadido otras noticias que, de forma continuada, rellenan columnas y espacios para la comunicación. Pero aquéllas que se han elegido al azar reflejan, con indudable fundamento, este desagradable espectáculo que significa abrir las ventanas a un mundo bastante desordenado, aturdido e incluso con necesidad, urgente, de pasar por los “galenos” de las grandes y mejores decisiones, a fin de sanear el hoy y, también, oxigenar el mañana.

Os aseguro que no me explico lo que me ha ocurrido a unas horas postreras del nuevo amanecer. ¡Tengo ante mí un periódico con todo su contenido de información en blanco, respetándose sólo el título de cabecera! No, no tiene muchas páginas. Sólo ocho. En ellas, algunos anuncios, por eso de la servidumbre publicitaria. Aún sin encontrarle explicación, vuelvo sobre mis pasos y le pregunto a la propietaria del puesto de prensa acerca del porqué viene hoy así lo que acaba de venderme. “Todos los periódicos han llegado de esta manera. Cuatro hojas, prácticamente en blanco. Lo explican en el editorial que han publicado en conjunto”. Es verdad, no me había fijado que, entre dos maquetas publicitarias, hay una columna donde se editorializa, en unos breves párrafos, la explicación de este curioso e insólito hecho. El escrito viene así titulado “ESTAMOS HARTOS Básicamente viene a decir que los periodistas están cansados de tener que ofrecer, un día tras otro, tantas noticias desagradables que nublan de tristeza la atmósfera de sus páginas informativas. Por este motivo protestan hoy con este peculiar periódico, a fin de que la sociedad tome conciencia de un mundo que genera esos hechos y acontecimientos patéticos para la reflexión más profunda. Que ellos cumplen día tras día con su obligación profesional: la de difundir y comunicar una información lastrada con tan puntuales adornos para el hastío. Reconocen que sus ventas se reducen de una manera continua, pues a los lectores no les apetece tener que leer unos contenidos tan negativos y rechazables. ¡Ah, y que mañana, entregando el diario de hoy, será gratuito el coste del periódico! Realmente insólito.

Comencé a pasear y llegué, casi sin proponérmelo, a un parque cercano. Una pequeña fuente, árboles, flores, madres con sus pequeños y algunas personas mayores que gozaban con la tersura acogedora del manto solar. No faltaban esos artilugios alegres para juegos infantiles. Reflexionaba acerca de lo curioso e inteligente que resultaba esta forma mediática de reivindicar un mundo mejor, cuando una pequeña pelota de goma frenó su lento discurrir junto a mis pies. Y, a poco, un sonriente chaval, apenas cuatro o cinco años, vino a recogerla, saludándome con un ¡hola! Cuando se alejaba, con su alegre y limpio afán por continuar en sus juegos, pensé en el mundo que estamos construyendo para estas futuras generaciones de ciudadanos. Casi sin pretenderlo, me vi moviendo negativamente la cabeza y aún me dio tiempo a pronunciar una frase de dos palabras ¡Madre mía! Y es que, en ese preciso momento, desperté de un sueño que pudo ser realidad. Miré al despertador de la mesilla de noche. Marcaba, un tanto adormilado, las seis y cuarto del amanecer. Un día más, seguía la normalidad en mi vida.-


José L. Casado Toro (viernes, 25 marzo 2011).

Profesor.

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viernes, 18 de marzo de 2011

LA PRIMAVERA QUE ILUMINA NUESTRAS VIDAS

De aquí a un par de días, los expertos en meteorología aseguran que llegará a nuestros calendarios, gozosamente un año más, la estación atmosférica de la Primavera. Será el primero de los dos equinoccios que conforman la anualidad, en esa preclara fecha en que el minutero correspondiente a la noche y al día durará, de manera más o menos exacta, doce horas. En realidad, en muchas de las tierras bañadas por ese “océano” para el letargo de los que saben y practican el sentir, como es el Mediterráneo, la Primavera ha llegado ya con alegre anticipación. Es el caso de nuestra afectiva Málaga. También, el de otras muchas ciudades hermanas que observan ensimismadas el azul salino de un mar entrañable y lleno de Historia. Recuerdo, en el ejercicio docente que he realizado durante más de la mitad de mi calendario, enseñando y aprendiendo de esos queridos alumnos del IES. Ntra. Srta. de la Victoria, como, en muchas de las mañanas, no sólo de marzo sino también de febrero, nada más atravesar la puerta de Conserjería, percibía con una sonrisa irrefrenable el aroma y hechizo de los mágicos azahares que pueblan el pequeño claustro ajardinado
al que guarnecen robustos naranjos. Y el hecho ocurría semanas previas a la que protagoniza la fecha “oficial” en que el Invierno adormece sus horas y la Primavera despierta, para ilusión y vibración anímica de nuestros cuerpos, deseos y sensibilidades. También, las grandes y pequeñas superficies comerciales anticipan, con afán mercantil, la llegada de esa preciosa estación para la vida. En pleno febrero, vemos como algunos estantes y expositores se van poblando ya de ropa y zapatería veraniega, con unos carteles en los que se combinan los tonos verdes, celestes o anaranjados que nos anuncian la inminente llegada de un trimestre renovador, para la agenda anual de nuestra existencia. Día más o menos, lo que importa es tu grata presencia. A todos nos haces sonreír, a fin de poder contemplar un paisaje que nos vitaliza por esa naturaleza que transmite luz, armonía y aroma a flores, en estado de merecer.

Y es que fue en tiempos de Primavera, allá por un día de marzo grabado en sus corazones, cuando se conocieron. Inma, dieciocho años, de cabello rubio y ojos brillantes que se tiñen de un curioso color esmeralda. Flacucha de cuerpo, en lo aparente, ya que su estructura muscular es potente careciendo de cualquier incómoda y molesta grasa superflua. Sonríe, como sin duda hacen los ángeles, y su tono de voz suena a melodía lírica en el ritmo acompasado o nervioso de las palabras. Ocurrente y participativa, sabe comunicar con aquellos que comparten la esfera de sus vivencias. Lleva en este cole, algo diferente en lo usual académico, año y medio ya. Llegó en un noviembre teñido de brumas, hundida y sin fuerzas ante una existencia que se le había hecho hostil y cruel en profundidad, por culpa de un destino absurdo, injusto e imprevisible. Para su joven y vibrante cronología tuvo que enfrentarse a la hora terrible del desconsuelo. Pero el calor familiar y de la experiencia afectiva le dijeron, susurrándole al oído del alma, una frase henchida de cariño, estímulo y ayuda, muy útil para esos tiempos áridos y críticos en la fatalidad. “Tienes que vivir, porque tú necesitas de la vida y la vida necesita y espera mucho de ti”. Y él, es Imanol. Su antigüedad en este Centro Especial de reeducación es un poquito mayor en el tiempo. Ya dos años de lucha por recuperar aquella normalidad que sea posible. Tiene un año más que la edad de Inma, aunque más fuerte y recio en contextura que su compañera. Moreno, alto y voluntarioso, es un deportista nato. Le gustaba practicar todo tipo de actividad competitiva y de superación contra el crono, aunque su especialidad favorita era avanzar por el flanco izquierdo de la pista y lanzar, desde los siete metros e ingrávido por los aires, a esa canasta celestial. Pero las circunstancias han provocado que uno y otro, en la compañía de la fatalidad, vayan atrasados en los estudios. Al final de este curso, y con mucha voluntad, van a estar en condiciones de pasar a 4º de la E.S.O. Ya se vislumbra muy cerca esa victoria, de especial mérito para ambos, que significaría obtener, en sus específicas circunstancias, el título de Graduado en la Educación Secundaria.

También, como citaba líneas atrás, el destino ha unido sus limitaciones físicas para estar juntos ante la ansiada amistad. En él, unas raquetas quedaron abandonadas en la cuneta de una solitaria tierra del interior rondeño. Un derrape, durante el rocío de la mañana en una curva no bien señalizada, junto a su temeridad de circular a una velocidad que superaba en quince kms la actualmente permitida. Recibió un fuerte golpe craneal, para una cabeza huérfana del blindaje del casco siempre protector. Magulladuras y una fractura en el tobillo, pero nada tan grave como la pérdida de esa ventana al mundo que es el precioso sentido de la visión. Terapia psicológica y psiquiátrica e inevitablemente su integración en un centro de reeducación para discapacitados visuales. El caso de Inma es parecido en su desgracia aunque las circunstancias fueron diferentes. Fiebres traicioneras, numerosas pruebas, atrasos administrativos, errores de diagnóstico y un azar cruel en la patología que fue reduciendo de forma paulatina y constante su capacidad para observar el cálido atardecer de los días, el color de esa ropa que alegra la imagen y el sentido de la orientación que posibilita el objetivo focal de nuestros ojos. Los porcentajes de oscuridad fueron ampliándose de una forma progresiva, sin que la ciencia médica lograra frenar esa carencia trágica de luz, brillo, tonalidad y armonía. Difícilmente puede expresarse con palabras lo que supone para una joven vida de quince años irse alejando de esa ventana que nos permite contemplar un mundo dibujado de matices y contrastes. El drama humano para ella, sintiéndose cada día más en la dependencia paliativa de los demás. La lucha de su familia para tratar de frenar un destino más que doloroso y cruel alternó la visita a especialistas, sin reparar en costes. Contó y cuenta con el cariño y calor afectivo de unos padres entregados en su vida por su hija y de una hermana, Edurne, dos años menor, que se prometió en ayudarla, en cuerpo y alma, ahora que tanto la iba a necesitar.

¡Hola, tú debes ser la nueva! ¿verdad? Ha sido Javi quien me ha dicho que llevas aquí ya una semana y que apenas hablas con los compañeros. En mi caso, llevo ya un año y pico en este centro y voy avanzando en muchas cosas, pero muy despacio, claro. Me llamo Imanol y también cuando llegué carecía de ganas e ilusión por relacionarme con los demás. Pero al paso del tiempo fui dándome cuenta de que los compañeros, amigos y cuidadores iban a ser mi mejor medicina. Y no sabes lo que me han ayudado. Como ves, no paro de hablar y no te he dejado oportunidad para que me digas tu nombre.

Déjame que te toque un poco la cara para imaginarme como eres. Ahora sólo veo ya sombras, sin colores, y no siempre. Mi nombre es Inma y te agradezco que me hables de esta forma. Creo que vamos a ser buenos amigos. Poco a poco he de ir acostumbrándome a estos cambios, que deben ser duros. ¿Desde cuando.......? Tienes un bonito nombre y el tono de tu voz me hace vibrar y sonreír. Fue hace un par de años, sabes, y a mi también a veces me vienes algunas sombras a la vista, pero muy difusas. Los médicos hablan y hablan y me aseguran que no está todo perdido, pero bueno, no quiero hacerme muchas ilusiones. Lo que tenga que venir, vendrá. Mira, el sábado por la tarde hacemos una pequeña fiesta, pues es el cumple de Rosi. Verás como lo vamos a pasar fenomenal. Ya tengo seleccionada una buena música en el ordenador, que la voy a poner a toda pastilla. Aunque no te lo creas, hay un equipo que se va a encargar de la merienda, y te aseguro que lo hacen casi todo ellos solos, con muy poquita ayuda. Son los veteranos del cole. Por cierto, me tienes que escuchar en el karaoke. Es un pequeño concurso que... ya verás. No te cuento mucho más. Gracias, Imanol, eres muy buena persona. Le diré a Edurne (es mi hermana, sabes) que me traiga. Ahora dependo mucho de ella. Si supieras como me lo montaba en las fiestecillas, antes de “esto”. Pero no nos pongamos tristes, que ahora tenemos la clase de Lengua. Nunca pensé que podían preparar a un ordenador de esa forma para ayudar tanto a los que no podemos ver. Inma, de verdad es increíble, se puede hasta chatear. Resulta muy fácil. Me tienes que dar tu dirección electrónica. Venga, vámonos para clase. Pero perdona que vaya un poquito despacio porque mi orientación, todavía, no es buena en esta casa.

Para estas dos jóvenes vidas, señaladas con la crudeza terrible de la oscuridad en la percepción de su entorno, comenzó también a llegar un poco de esa “luz” que se siente en Primavera, para esperanza y consuelo de su orfandad, en una de las capacidades que mejor sustentan el regalo de nuestros sentidos. El camino de la superación esta abierto a una lucha diaria por integrar la limitación visual en lo cotidiano de sus existencias. Aún cuentan con la agudeza del sonido, con la sensibilidad del tacto, con la variedad del gusto y con la sutileza e intuición del olfato. Juntos iniciaron un caminar hermanados para compartir una luz que sólo brillaba en sus almas, sentimientos e ilusión para el ser y el existir de cada uno de los días.

Han pasado ya unos años. Hoy Imanol es un cualificado técnico informático en el departamento de investigación acústica de una empresa vinculada a la producción cinematográfica. Inma, ha conseguido recuperar un 15 % de visión en uno de sus precisos ojos. Ejerce de Profesora de apoyo para alumnos en integración, por discapacidad visual, en un Centro educativo de Secundaria. Todos los 18 de marzo celebran una entrañable fiestecita, ya que ese fue el día en que tuvieron la oportunidad de acercar sus vidas y necesidades. También en ellos se adelantó, en un par de días, la Primavera de los afectos y el vínculo del amor y la amistad. Este año se ha encargado de casi todos los preparativos de la celebración ( fue también el día elegido para una boda muy feliz) esa linda jovencita que ya alcanza los ocho años de edad. Se llama Estrella. Es una luz de fuerza y alegría para sus padres, Imanol e Inma, que sabe orientar y alumbrar, con cariño y esperanza, la brújula responsable en el discurrir de muchas y nuevas Primaveras.-


José L. Casado Toro (viernes, 18 marzo 2011).

viernes, 11 de marzo de 2011

¿Y POR QUÉ NO, ELECCIONES GENERALES ANTICIPADAS, EN ESPAÑA?

Sería una decisión oportuna, necesaria y hábil. Los analistas de la política tendrían que rendirse a considerarla como un movimiento o gesto estratégico adjetivado como de “maestro”. Habría que hacerlo, ya. ¿Y por qué? La situación electoral es más que evidente y tozuda, en el momento político que atraviesa nuestro país. Encuestas tras encuestas, realizadas por organismos especializados en el tratamiento de la opinión pública, y publicadas por diarios, revistas, radio y televisión, confirman una intención del voto social que provocaría un claro debacle, en los resultados electorales, para el partido que sustenta el gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero. No sólo las Cortes Generales contemplarían un vuelco electoral, a favor del primer Partido de la Oposición, sino que a nivel regional también sucedería lo propio en al caso de Andalucía, “granero” de votos para el Partido Socialista durante casi treinta años. Desde luego éste sería el momento propicio, inteligente y democrático, de darle la voz a la ciudadanía para que ésta decidiera, en las urnas, quién debe gobernar al país durante los próximos cuatro años.

Observemos la salud económica que prevalece hoy a nuestro alrededor. La escenografía mundial y, como no podría ser de otra forma, España, soportan una crisis cíclica del sistema capitalista, de la que no resulta fácil salir. Para algunos países de la geopolítica occidental, la situación es más llevadera o esperanzada. En nuestro caso, una cifra de paro laboral, verdaderamente dramática, que se va acercando, de manera inexorable, a los cuatro millones y medio de personas activas. Aunque se hacen no pocos trabajos “subterráneos” son numerosas las familias que sufren la carencia de empleo para el padre, la madre o los hijos mayores de edad. Ya hemos hablado en estos artículos de algunas de las causas que generan el drama que nos afecta: la ambición desmedida de los bancos y cajas de ahorros; un crédito pendular y errático para las empresas y particulares; una burbuja desenfrenada y sin fundamento en la especulación para “el ladrillo”; unos organismos internacionales condicionados y atenazados por el egoísmo insaciable de los grandes capitales y grupos de presión; unos economistas que, en su arrogancia y esoterismo lingüístico, no han sabido explicar y prever este bloqueo en la creación de riqueza; y, por fin, unos gobiernos débiles, donde el estadismo brilla lamentablemente por su ausencia, con unas decisiones de parcheo, improvisación y falta de futuro que nos aburren, desorientan y desalientan. Unos y otros han ido contribuyendo, con heterogénea irresponsabilidad, a esta época de tonos grises y patéticos, en lo económico, y de profunda incredulidad social, en lo político, para esa insoslayable y urgente necesidad de hallar soluciones inteligentes que hagan posible la salida del profundo bache en el que nos hallamos sumidos.

El Gobierno del Partido Socialista ha ido adoptando, con retrasos y tibiezas, improvisadas medidas presionado, fundamentalmente, por sus socios de la Unión Europea y por otros organismos internacionales, en el campo de la política y la economía. Ahora se ve de lleno inmerso en una crisis o depresión integral de la que no sabe o puede escapar. La globalidad económica mundial posee muchos atractivos y beneficios, pero también determina y condiciona la soberanía real de los gobiernos nacionales. Y esta depresión degrada y reduce, de manera paulatina y continua, el apoyo social que sus siglas recibieron hace ya casi tres años. La oposición del Partido Popular se frota las manos. La difícil situación que padecemos significa un trasvase de votos a sus siglas, que le va a poner cómodamente en sus manos la dirección política del Estado. A pesar de que su líder, el Sr. Rajoy Brey, alcanza una valoración actual en las encuestas de insuficiente bajo, dicho sea en términos escolares. Más o menos igual, en el suspenso, que la del Sr. Rodríguez Zapatero. Los “populares” manifiestan, con indisimulable arrogancia, que ellos tienen las soluciones precisas para afrontar y resolver la crisis que nos afecta. Por supuesto, después de no haber apoyado prácticamente ninguna de las decisiones o política de Estado, adoptada por el actual equipo gobernante. Su insolidaridad, cinismo y pobre egoísmo hacia el voto, que le posibilite el poder, es manifiesta y constante, día tras día, hora tras hora. Mientras peor estén las cosas, más cerca tienen el gobierno del Estado. Ese es el sentido “estadista” de su líder, por cierto, aceptado a regañadientes por la derecha más conservadora, ultra y rancia de este país.

¿No sería éste, el momento más sano y adecuado de realizar ese gesto de grandeza democrática, por parte del Sr. Presidente del Ejecutivo, para entregarle la voz a la ciudadanía a fin de que ésta decidiera el grupo o coalición política que debería dirigir el gobierno en los próximos años? Visto que las encuestas de opinión son puntualmente concluyentes, no tiene sentido seguir aferrándose a un poder muy desgastado y con la convicción de que un gran sector del país se encuentra decepcionado con el grupo que rige la política del Estado español desde Madrid. Si, como es previsible, es la derecha quien va a recoger ese testigo tras las elecciones generales, sería una oportunidad inmejorable para que ésta se enfrentara, ya de una vez, ante su responsabilidad para tomar decisiones que paliaran y ayudaran a salir de esta crisis cíclica con la que tenemos que convivir. Una vez que no han demostrado política de Estado en este siete años del socialismo en el poder, ahora tendrían todo el gobierno para ellos, solos o apoyados por algún grupo afín a su ideología, a fin de llevar a efecto ese estadismo que no le hemos contemplado en este septenio político.

Pero claro, para convocar elecciones en esta situación hay que tener y demostrar sentido de Estado, también, en los gobernantes socialistas. Y me temo que por ahí el terreno tampoco es especialmente esperanzador. La querencia al sillón, al coche presidencial o ministerial, la ambición de poder, mandar y cobrar, son incentivos más que suculentos para resistir, un año todavía, la debacle de opinión que padecen como grupo. Probablemente responderían, a este reto democrático, con el argumento de que adelantar en un año la convocatoria de elecciones generales a Cortes sería un gesto irresponsable o cobarde. Pero es que la irresponsabilidad es aún más grave con ese empecinamiento por no darle al pueblo su voz en una situación especial o de emergencia, como la que se sufre en este momento. En cuanto a la cobardía política, la acusación no tendría el menor sentido. ¿Qué mayor valentía y nobleza que preguntar a un pueblo si éste desea seguir gobernado por ellos? Y a tres años ya, prácticamente, desde las últimos comicios generales. Tomar esta decisión de poner fin a la legislatura, en una situación como la actual, corresponde a políticos con sentido de Estado. Y en esa supuesta izquierda, ese estadismo tampoco prevalece. Pregúntele Vd. a un ciudadano de “a pié” qué piensa de la clase política que ocupa sus escaños en la Carrera de San Jerónimo, en los gobiernos de las Comunidades Autónomas, en las Alcaldías o las Diputaciones…….. La respuesta, en su crudeza, no hay que ser un lince para poder averiguarla.

¿Izquierda política? ¿Derecha política? Las siglas y las ortodoxias grupales generalmente han estado bastante devaluadas en su credibilidad. Y, hoy día, mucho más. Un PP que se autocalifica, en sus delirios oníricos, de centro derecha, evitando, por todos los medios, el calificativo de conservador; un PSOE que se autocalifica de izquierda, cuando la inmensa mayoría de sus decisiones económicas las adoptaría, sin dudarlo, una derecha civilizada, en la geografía europea; unos partidos regionalistas, que no esperarían, en lo ideológico, a “vender su alma al diablo” con tal de sacar partido, valga este concepto, o “tajada” para sus nacionalismos coyunturales; y, ya que estamos aquí, un andalucismo político desaparecido como grupo identitario. Aparte del nombramiento de los hijos predilectos ¿en qué ha quedado el 28 de febrero, como fiesta “nacionalista” de la Comunidad? Los fervores y sentimientos andalucistas en la UCI de la realidad. Pueden imaginar la cara, allá ingrávida en la bóveda celeste, de Blas Infante Pérez. También, sus comentarios. No tendrían desperdicio. No es tan trascendente el valor de las siglas en estos tiempos. Para los grandes temas, sus decisiones no estarían tan alejadas para lo fundamental. Como le comentaba a un respetado amigo, en un reciente correo, los gobiernos nacionales tienen en la actualidad una soberanía bastante limitada o recortada. ¿Quién gobierna realmente a los Estados? Por supuesto, los grupos políticos que ganan las elecciones en las urnas. Pero los gobiernos que emanan de esos comicios ven profundamente determinadas sus decisiones por sus vínculos y obligaciones con respectos a los organismos supranacionales en los que se hallan inmersos, dentro de la estructuras geopolíticas del Mundo. Los poderosos grupos financieros que se reparten la riqueza mundial también condicionan, y de qué manera, las respuestas de esos ejecutivos en las legislaturas correspondientes de sus parlamentos nacionales. Esos grupos y organismos supranacionales del capital “permiten” esa pequeña política de “andar por casa”. Pero en lo fundamental, son ellos los que ponen firmes a los gobiernos que, en modo alguno, osarán enfrentarse a los intereses que aquéllos representan. Que se lo pregunten, si no, al Sr. Rodríguez Zapatero. Lo mismo le ocurriría a otros ejecutivos con unas siglas partidistas diferentes. No me cabe duda de que también el Sr. Rajoy Brey asume esta dura realidad. Sin embargo, actitudes como la del actual Presidente español oponiéndose a los delirios de George Walker Bush (2001-2009), en su programada agresión bélica a Irak, fue un gesto valiente que, por insólito, quedará grabado en los libros de Historia.

Volviendo al principio, sería una gran jugada de hábil maestría política (imagínense la cara de sorpresa del Sr. Rajoy Brey) y de pureza democrática y, al tiempo, una decisión que marcaría el nivel estadista de nuestro Presidente, la convocatoria de Elecciones Generales para una fecha próxima. Entre los principales mandamientos políticos del buen estadista destaca, de manera prioritaria, el velar siempre por los intereses de la Nación, antes que por los del partido al que se pertenece o por las ambiciones de su propia persona. Pero, lamentablemente, este valor no prevalece entre la clase política que nos gobierna.-

José L. Casado Toro (viernes, 11 marzo 2011).

Profesor.

http://www.jlcasadot.blogspot.com/

viernes, 4 de marzo de 2011

EL MÁGICO AROMA DE UNA LIBRERÍA.

Todos los sentidos, absolutamente todos, son necesarios para sustentar nuestra comunicación con el entorno, ese espacio para la vida que nos vincula en cada momento, en cada lugar. La vista, el oído, el gusto, el tacto y el olfato. Puede haber prioridades en la opción de jerarquizar la importancia de estas capacidades, recursos que adornan y sustentan la potencialidad de nuestro cuerpo. Es evidente que he ubicado a la visión en un lugar preferente, prioridad que se hace a todas luces muy necesaria e innegociable. Pienso que muy pocos dudarán acerca de la trascendencia de la visión, a fin de iluminar el discurrir de nuestras vidas. Y no es que pretenda, para este momento, hacer una valoración de esa potencialidad sensorial que está incardinada en nuestro ojos. Tiempo habrá, en otra oportunidad, para resaltar el gran tesoro que detentamos aquellos que podemos gozar del espectáculo inenarrable que nos proporciona cada día, cada instante, cada segundo, la capacidad de ver a través de nuestra mirada. Si he ubicado al olfato en un último lugar de esta pentarquía sensorial ha sido, únicamente, porque va a ser el protagonista del artículo o reflexión que a continuación se desarrolla.

El olor como embrujo y catarsis para la comunicación. Hasta la propia cinematografía así lo entendió, con un viejo intento frustrado en las salas de proyección. ¿Quién recuerda esa película? En realidad, tenemos que remontarnos a una distancia de medio siglo. Perfume de Misterio (Scent of Mystery) 1960, dirigida por Jack Cardiff y producida por Mike Todd Jr. Su padre, el director cinematográfico del mismo nombre, que fue el tercero de los ocho maridos que ha tenido Elizabeth Taylor (n 1932), inventó el sistema de proyección Todd – ao (sistema técnico de proyección que posibilitaba una gran pantalla, entre el cinerama y el cinemascope) falleciendo por accidente de aviación, en 1958. Esta película, del género intriga y misterio (intento de asesinato de una rica heredera estadounidense, en sus vacaciones por España, y en la cual el olor permite controlar al delincuente), tuvo una parte de su rodaje en nuestro país, concretamente en Málaga. Aplicaba una técnica, denominada Smell O Visión, que consistía en generar, en determinados momentos de la proyección, unos olores en la sala que se vincularían con las escenas que se desarrollaban en pantalla. Una copa de vino, un jardín repleto de flores, la colonia que emanaba de una elegante dama…. y en la sala se olería ese vino, esas flores y ese perfume de la protagonista. La película, protagonizada por Denholm Elliot, Liz Taylor y Peter Lorre, fue estrenada en tres salas americanas, equipadas con mecanismos para generar esos olores, debidamente sincronizados con las escenas: N. York, Los Ángeles y Chicago. Pero este sistema de aromas en la sala fracasó, lamentablemente, por una serie de dificultades técnicas: los olores llegaban tarde al espectador; su mezcla en el espacio de las butacas dificultaba la comprensión de la película; había zonas en las salas a donde el olor no llegaba; los silbidos que se producían a la hora de ordenar la liberación de los olores perjudicaban la sonoridad argumental; los espectadores, que se encontraban resfriados o con problemas nasales, reducían su vinculación con el proyecto narrativo. Resultó, al fin, una posibilidad interesante, plausible pero fugaz en su desarrollo por las dificultades técnicas aludidas. Y deseo añadir algo, para la memoria. Un destartalado y envejecido coche gris frenaba bruscamente, tras recorrer unos quince metros, en la Plaza de los Mártires, junto a la Iglesia del mismo nombre, en el laberinto “intramuros” de la Málaga antigua. Muchos figurantes acudían presurosos al lugar para ver qué había ocurrido. Esa escena se repetía una y otra vez, entre las órdenes, a gritos por altavoz, de un hombre que lucía bigote rubio, vestido con pantalón corto de color beige, botas cortas de campo y gorra en su cabeza, expresándose con dificultad en un español americanizado. Un niño de nueve años contemplaba, muy atento y desde una calle adyacente (Mosquera), toda la escenografía de personajes, cables, cámaras, focos y filtros para la luminosidad. Ese niño ya sentía una verdadera pasión por todo lo relacionado con el cine. Era la España adormecida del 59, cuando las pantallas del Avenida, Málaga Cinema o Royal hacían volar nuestra imaginación y el disfrute para convivir con tantas y variadas historias y narraciones de, y para, la vida. Era la ilusión, la distracción, nuestra ilusión del programa doble, para casi todos los domingos en la tarde. Pero ¿quién era ese niño, atento espectador, durante el rodaje de aquella puntual escena de “Perfume de Misterio” realizada muy cercana a su domicilio, en la malacitana calle Nosquera? Recuerdo perfectamente aquellas imágenes, en la memoria indeleble de mi infancia. No las he olvidado.

Y es que el olor, como servicial sentido a nuestro organismo, enriquece la percepción y la vinculación con nuestro entorno inmediato. El dulce azahar, que nos avisa el despertar de la Primavera; el humo blanquecino que traen las sabrosas castañas asadas, para el otoño; el romero cuaresmal durante ese Jueves Santo de nuestra Esperanza procesional; ese perfume embriagador y sensual que te hace presente a la persona que quieres; el aroma a tierra mojada, tras la lluvia, en medio de la naturaleza; aquel que desprende el pan recién sacado del horno, que nos hace presente el afecto hogareño y familiar; y, no lo podemos obviar, el que nos regala la marisma salina en una playa o puerto de las ciudades agraciadas por el susurrar del oleaje. Ese olor a piel curtida de los zocos musulmanes, que nos traslada a geografías alejadas del estrés urbano occidental. Personalmente, tampoco olvidaré aqul aroma que gozaba, durante algunos paseos en las tardes de abril, caminando por los senderos que rodean al Palacio nazarí de la Al Hambra (la roja). ¡Son muchas las percepciones, son tantas las sensaciones, hay tantos fotogramas en el multicolor archivo de nuestros ensueños!

Y atravesemos, al fin, los propíleos metafóricos, pero subyugantes, que guarnecen a una librería. No es sólo un comercio o tienda donde se venden y compran libros. Es algo más. Es… mucho más. Lo primero que nos impresiona y asombra es esa agradable atmósfera de sosiego que reina en su interior, frente al ritmo estresante e incómodo que es frecuente encontrar en otros tipos de comercios. Pero no es una tranquilidad similar a la que provoca el letargo o el sopor térmico en una tarde de siesta veraniega. Todo lo contrario. Es un ambiente de paz y silencio que incita, al tiempo, a esa excitante, apasionada y enriquecedora aventura de la lectura. Generalmente, la decoración en estas islas afortunadas para el archipiélago de la cultura fluye por sí misma, sin grandes alardes de marketing en el diseño estructural que se oferta. Son los propios volúmenes, eso sí, perfectamente ordenados por materias, autores o temáticas, los que organizan un espacio lúdico, onírico y real para la vida, sugerente en ese intercambio generoso entre escritor y lector. Y, por supuesto, ese aroma sensual de difícil y misteriosa definición a libros nuevos, recién horneados en el obrador celestial de la cultura. Celulosa, tinta y engomado, ciencia y diálogo, ilusión y misterio. Cuando tengas el acierto de visitar una librería, dedica los segundos que sean necesarios a percibir ese olor a narrativa, a poesía, a ciencia, a historia, a filosofía y lingüística, a memoria, autoayuda y tecnología. Literatura polivalente que tiende su mano silenciosa hacia tu necesidad, sentimiento y consuelo. Cierra por un momento los ojos, capta el acústico silencio de las letras y las palabras, con ese aroma solidario que comparte distracción, cultura y aprendizaje, para las vivencias de cada uno de los días. Para cada uno de nuestros latidos y respuestas.

Entre los centenares de comercios que pueblan nuestras ciudades, siempre hay algún espacio encantador donde se pueden captar esas sensaciones que se han descrito en las líneas que preceden. En realidad no son muy abundantes, comparados con otros tipos de estructuras comerciales. Pero ahí están, tendiéndonos la mano de su amistad y colaboración a fin de llevar un mucho de luz y cultura como alimento para nuestra inteligencia y el lirismo del corazón. Hay, en esa Málaga urbana que observa ensimismada el Mediterráneo, cuatro puntos definidos para el específico comercio bibliófilo. Proteo, Prometeo y Ocasión, junto al norte de la muralla medieval en la zona alta de Carretería. Luces, en la Alameda burguesa del XIX, cercana al río Guadalmedina, mirando entre bloques urbanos al mar. La Casa del Libro, encantadora en su diseño y aprovechamiento del espacio, en esa calle Nueva de las tiendas, paralela al centralismo ciudadano de Larios. Y Fnac, que ha salvado ese complejo desorientado de Málaga Plaza, muy cerca de la vital arteria viaria y mercantil de Armengual de la Mota. Librerías específicas de y para los libros. Pero no podemos dejar de mencionar aquellas otras que enriquecen el marco heterogéneo de los Centros Comerciales: Eroski, Carrefour y El Corte Inglés. Y otras muchas, especializadas o no, por los distintos arrabales y el gran barrio del centro malagueño. Como Rayuela Idiomas, babel de la comunicación en ese recoleto espacio lleno de cultura e historia de la Plaza de la Merced. Todas ellas nos ofertan su “sabrosa” mercancía en forma de páginas, textos, aventuras y narraciones que llaman a nuestro interés, curiosidad y diálogo para alimento del sentimiento y la racionalidad. Frente a miles tiendas de ropa, zapaterías, bares, supermercados, restaurantes y electrodomésticos, encontramos esos plácidos oasis donde puedes saborear el culto aroma a página impresa, que sabe vestir de domingo todas las jornadas para la lectura.

Saber escuchar, expresar, leer, compartir, dialogar, imaginar, reflexionar…. soñar y sonreír. ¡Son tantas las capacidades que adornan y contemplan las potencialidades del género humano!

Y ya otro día tendremos que referirnos a las librerías públicas de Málaga. Mientras tanto, seguiremos aspirando ese olor a libro recién hecho y horneado para alimento espiritual de nuestra necesidad. Precioso y vital alimento en un océano global de tantas indigencias.-

José L. Casado Toro (viernes, 4 marzo 2011).

Profesor.

http://www.jlcasadot.blogspot.com/