viernes, 4 de noviembre de 2016

ESOS PEQUEÑOS PLACERES, EN EL RÁPIDO DISCURRIR DE LOS DÍAS.

Apenas está amaneciendo y ya se ven luces de cierta actividad en un antiguo bloque de oficinas, recientemente modernizado, ubicado en los aledaños de la Gran Vía madrileña. Desde las 6:30 horas, los trabajadores de un servicio contratado y compartido de limpieza cumplen con la misión de dejar bien aseadas ésta y otras oficinas sitas en el edificio. Su necesaria y diaria tarea es realizada, con admirable responsabilidad, entre lunes y viernes. Junto a este personal laboral, un pequeño equipo de dos guardias de seguridad va recorriendo las diversas plantas que conforman el bloque, labor que llevan a cabo durante las veinticuatro horas del día, con turnos de trabajo rotatorios. Aunque el horario de entrada, en la mayoría de las oficinas y empresas, comienza a las 8, desde minutos antes de esa hora van llegando a las bien iluminadas dependencias numerosos trabajadores, con el fin de ir preparando y organizando los asuntos programadas para esa jornada.

Allí, en la planta 8ª de este edificio de multi-gestión, tiene establecida su sede central una importante empresa de estudios e investigaciones sociológicas, que opera bajo el británico nombre de “A QUESTION” (una pregunta). Sobre una superficie útil de 170 metros cuadrados, los diferentes despachos de esta consultoría se hallan ocupados por un bien avenido equipo de 9 personas, todas ellas con acreditada titulación universitaria. Principalmente son sociólogos, aunque entre ellos hay un abogado y también un licenciado en psicología, Delio, el cual, en la actualidad, se halla también inmerso en un ambicioso proyecto investigativo que le debe llevar a su doctorado en ese cualificado grado profesional.

Para las once de la mañana de hoy miércoles, ha sido programada una urgente reunión de trabajo, a la que deben asistir todos los componentes de la plantilla central. También se unirán, a este grupo madrileño, seis representantes de los otras dos subsedes consultoras, que operan en Barcelona y Sevilla, respectivamente. El motivo nuclear de esta sesión es la de analizar y contrastar los resultados correspondientes a las recientes elecciones legislativas, celebradas en el pasado mes de diciembre, con respecto a las previsiones que el grupo consultor había elaborado, basándose en las entrevistas realizadas a pie de calle y también mediante la necesaria comunicación telefónica. Para ésta y otras consultorías de opinión, los datos de sus respectivas previsiones electorales han contrastado, en sus porcentajes, con los que, de manera aritmética, han salido de las urnas. Para decirlo de una manera simplificada: las previsiones de votación no han coincidido en absoluto, para esta oportunidad, con el recuento de los datos finales, resultados difundidos desde el ministerio gubernamental.

A la hora prevista, los quince participantes en este encuentro para el análisis ocupan con puntualidad sus asientos, alrededor de una gran mesa ovalada situada en el salón habilitado para las reuniones plenarias. La sesión va a estar a estar presidida por el director general de la empresa, Jason Deyerand, un prestigioso profesional de la sociología, nacido en Cambridge pero afincado en nuestro país desde hace ya un par de décadas (está casado con una española de origen cántabro).

“Tal vez consideréis que os he convocado con excesiva premura. Los resultados electorales del pasado domingo, ciertamente, aún no son los definitivos. Eso es obvio. Pero las variables posibles, con respecto a los porcentajes de los distintos partidos, van a ser muy escasas, apenas de centésimas. Por ello me ha parecido oportuno que nos sentemos para hablar y analizar una realidad que pone en tela de juicio nuestro trabajo prospectivo. Desde luego, es evidente que la credibilidad o profesionalidad que representamos, ante la masa social, puede quedar en entredicho por el escaso éxito de nuestras predicciones. La mayoría de éstos cálculos no se han visto confirmados, una vez realizado el recuento de los votos introducidos en las urnas.

No me cabe la menor duda de que todos los aquí presentes tenemos opiniones y valoraciones al respecto, acerca de las posibles incidencias o factores que han podido originar esta diacronía, entre los estudios realizado y los puntuales datos aritméticos surgidos o emanados de la  jornada electoral. Debemos comenzar, sin la mayor dilación, a estudiar en profundidad los posibles determinantes para este “fracaso”… bueno, mejor denominarle “error” en las bases estadísticas que, con ineludible responsabilidad científica, hemos aplicado. Así pues, abramos un primer debate aproximativo a este panorama electoral que nos puede hacer daño, como una empresa que trabaja para las más importantes organizaciones mediáticas del país. Quiero conocer, sin la mayor espera, vuestros posicionamientos y opiniones ante la situación que nos afecta”.

Se inició a continuación un “acalorado” debate, en el que unos y otros expusieron  sus criterios acerca de las causas que podían haber incidido en este “no acertar”, con respecto a los datos cuantificados provenientes de las mesas electorales. Una muy sensata e interesante aportación fue la que realizó Lenia (pareja, en la actualidad de Delio). En su opinión, existe una curiosa tendencia de naturaleza lúdica en el comportamiento del entrevistado. Éste, al ser preguntado por el profesional, se siente como “realizado o importante” al poderle engañar o confundir con respecto a su verdadera intención de opción electoral. Incluso, en esa catarsis patológica de la confusión, puede haber una componente de naturaleza masoquista que le conduce a optar, en el instante decisivo del voto, por una papeleta cuyas siglas, a poco que racionalices, sabes que te perjudican y que están lastradas de “pestilencia”. Pero ese castigo oculto que, subliminalmente, deseas infligirte, se mezcla con un pobre sectarismo borreguil que nos conduce hasta el aprisco fraternal de la supuesta y más que discutible seguridad o comodidad. 

Tras estudiarse nuevas e interesantes estrategias, en la praxis de las encuestas (como realizar visitas personales a los encuestados, hacerse pasar por técnicos electorales de un determinado partido político, programar cruces interrogativos a fin de desvelar la verdadera intención del elector, etc) Jason postergó para una ulterior reunión la adopción de los cambios necesarios, en orden a una mayor fiabilidad en el tratamiento informático y estadístico de las respuestas que se recabasen. 

A todos los presentes les vino muy bien esos treinta minutos del “coffee break” con unas pastas apetitosas, a fin de templar los ánimos y tomar nuevas fuerzas para la segunda parte de la reunión. Nuevamente Jason “abrió” la presentación del segundo orden del día, inserto en su bien documentada agenda.

“Ahora llega el momento de presentaron un “plato” más agradable, pero no menos complicado para las perspectivas de nuestras exigencias. Un importante grupo editorial, con ramificaciones en el sector mediático de la prensa hablada y escrita, se ha propuesto elaborar una colección de ejemplares para la autoayuda psico-física. En orden a ambicioso proyecto, el departamento de estudios del grupo en cuestión nos va a encargar la toma de datos, a lo largo y ancho del país, para que una vez estudiados y procesados, facilitemos una información sociológica fehaciente y sugestiva, que será trasladada a los respectivos autores que van a redactar esos volúmenes.  Como la difusión de estos ejemplares tendrá una periodicidad mensual, haremos el muestreo de campo con el tiempo suficiente para que puedan ser integradas estas conclusiones en la redacción de los distintos escritos.

Así que vamos a ponernos todos a “mover” el archivo de nuestros conocimientos, habilidad e imaginación. Pensabais que iba a utiliza otras expresión ¿verdad? Pues… también. ¿Y cuál es el tema elegido para este primer ejemplar? Os lo aclaro: todos esos pequeños placeres que “endulzan”, compensan y sosiegan el estrés a que se ve sometido, a lo largo de las horas, nuestro deseable equilibrio orgánico. El título, lógicamente, no está definido todavía. Pero ya conocéis por donde va el tema a investigar. En este caso, el margen temporal que poseemos es no superior a una semana. Poco tiempo, lo sé. Habrá que sacar “fuerzas de flaqueza” a fin de recoger estos datos, procesarlos informáticamente y, de manera especial, hacer un estudio adecuado sobre los mismos”.

Se tomó la decisión (para enriquecer la toma de muestras) de que las personas entrevistadas habrían de comentar o justificar, brevemente, las principales motivaciones e incentivos que poseían o albergaban a fin de llevar a cabo esas sencillas acciones, en el contexto del rutinario quehacer diario.

Una vez finalizado el plazo establecido para contactar con perfiles idóneos, se observó la variedad y la cantidad de las informaciones recabadas, así como las curiosas argumentaciones a favor de las mismas. Sin plantear un orden numérica, en cuanto a la aceptación y práctica de estas acciones, las más importantes o repetitivas fueron las siguientes (elegidas entre otras muchas opciones):

- Pasear, sin un destino concreto, por las calles y plazas de la ciudad. Las personas, que así practican este ejercicio, mejoran su estado carencial anímico. Además, durante estos “anónimos” paseos, resulta frecuente hallar situaciones o personas imprevistas que, de manera “terapéutica” ayudan a  ese tonificante fin.

- El dulce aroma difundido por un jardín, especialmente en época primaveral. Difícilmente los frascos y productor de perfumería podrían igualar la calidad y profundidad de ese olor que sólo las flores y plantas de la naturaleza saben producir y regalar.

- La brisa, fresca y con sabor a sal, proveniente del oleaje marítimo. Cuando tienes la suerte de estar próximo a la orilla del mar o cerca de la playa, es previsible que llegue a nuestro rostro esa suave brisa que tanto vitaliza y, a ratos, emociona.

- Un tiempo, más o menos extenso, de lectura o diálogo silencioso, con el autor de una creatividad literaria. En este caso, el escritor pone sus letras plenas de contenido e intencionalidad. Por su parte el lector aporta, en ese diálogo compartido, la acústica sorda de su interés, interpretación e imaginación.
 
- Compartir la proyección de una película. Sea con una elección más o menos afortunada, esa hora y media sumido en la oscuridad de la luz va a permitir al espectador tomar empatía con los personajes y la trama argumental que se visualiza en pantalla. Por supuesto, compartirá ese grato momento con todos los que han intervenido en su realización, con aquellos que anónimamente la contemplan y, también, con ese diálogo que sobre la misma podremos realizar con nuestros amigos y afines.

- Saborear un té o café, bien caliente, en un establecimiento ambientalmente apropiado. Esa motivadora infusión, regalo para nuestro sentido del gusto, realizada en la soledad o compañía de nuestra oportunidad, nos aportará el valor del placer y la alegría temporal por la cuota de bienestar conseguida. 

- Escuchar los sonidos que los maestros y profesores de una orquesta sinfónica saben tan bien modular. Ya sea desde el patio de butacas, o desde aquellas otras plataformas ubicadas en la proximidad del cielo edificado, haces como que cierras los ojos y, a continuación, lees y disfrutas con los acordes que alimentan y  enriquecen el alma de nuestros sentimientos.

- Decidirte a comprar ese pequeño regalo que te hace ilusión. Puede ser para ti o para los demás. Compartir la sonrisa de amigos o allegados también supone un motivo de placer Esa modesta compensación material o anímica puede ayudarte a superar la percepción de un día que quizá no ha sido afortunado para tus expectativas.

- El agua, que constituye el mejor fundamento de la vida. Estar en contacto con el medio acuoso revitaliza nuestro cuerpo y ayuda a sentirnos mejor. El ejercicio del nado tonifica y potencia nuestras capacidades. En ocasiones, sentir la proximidad del agua es más que suficiente para progresar en ese estado de mejoría orgánica general. 

- Frente al ambiente estresante y ruidoso de la tensión, la placidez del silencio, con esa transparente acústica  que nos hace sentirnos mejor. Nos ayuda a pensar, a programar y, de manera especial, a sosegar nuestra puntual e incómoda inestabilidad.

Con toda ésta primera y valiosa información, que la consultora técnicamente procesó, el grupo editorial fue elaborado un pequeño manual de autoayuda, atractivamente ilustrado, del que se decidió hacer una “tirada” inicial de 2.000 ejemplares. Tuvo una excelente acogida por parte del fiel público lector y de aquellas otras personas que se sintieron atraídas por el profundo sentido difusor del título elegido: ESOS PEQUEÑOS TESOROS QUE MOTIVAN NUESTRA SONRISA. En estos momentos, la difusión del volumen va por su cuarta edición.

Con respecto a las encuestas y toma de muestras de naturaleza política, encargadas por los grupos y empresas mediáticas, la empresa A QUESTION, bajo el buen quehacer de Jason y su equipo, continúa buscando el mejor acierto en sus objetivos prospectIvos. Pero ahora, dada la experiencia en las últimas elecciones, han introducido una importante variable, aplicada cuando llega el decisivo momento de procesar y estudiar los datos recabados en las encuestas de opinión. Ese elemento o factor modificador, que se aplica al proceso de análisis, es la variable que LenIa defendió, con tan convincente tesón, en aquella recordada reunión de diciembre: el factor lúdico de la confusión, en la compleja decisión del votante.-
   
José L. Casado Toro (viernes, 4 de Noviembre 2016)
Antiguo profesor del I.E.S. Ntra. Sra. de la Victoria. Málaga

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