Realizar
la valoración crítica acerca de una película, visionada sólo en una ocasión, no
resulta tarea fácil. Es siempre aconsejable practicar segundas lecturas, visuales
y conceptuales, a fin de conseguir una
mejor e inteligente plataforma interpretativa. Tanto en los contenidos que
sugiere, como en la forma con que se nos habla. Sin embargo, cuando se conoce
bien el mundo que sustenta el aula educativa, la carencia de nuevas lecturas puede
suplirse con ese valor tan destacable, en la jerarquía de lo humano, como es el
rédito que concede la experiencia.
SÍNTESIS
ARGUMENTAL.
La
acción transcurre en el seno de una escuela Primaria, ubicada en el Canadá
francófono. Allí, una maestra de francés pone fin a su vida. Dos de sus
alumnos, Simon y Alice,
sufren el impacto testimonial de ver su cuerpo pendiendo del techo en el aula.
La conmoción es inmensa en todo el Centro educativo pero, de forma especial,
entre los que eran sus alumnos (11-12 años, de edad) en ese espacio docente
donde impartía sus enseñanzas. Unos jóvenes preadolescentes sufren esa terrible
pérdida y la falta de una explicación por su drástico y definitivo proceder.
Tampoco ha querido despedirse de ellos. Sólo dejarles la crueldad, conceptual y
plástica, de la muerte sobre la vida. Para sustituir a la joven Profesora, es
contratado un maestro que enseña francés, de origen argelino, inmigrante en
Canadá y con graves problemas familiares y sociales en su país de procedencia. Bachir Lazhar, 55 años muy bien llevados, acomete,
con la mejor decisión, el complicado objetivo de acercarse a los problemas
anímicos y psicológicos que soportan sus alumnos, además de impartir sus
enseñanzas del idioma. Ha de enfrentarse a su propia historia, en una Argelia
convulsa, de donde ha tenido que huir para solicitar asilo político en un nuevo
país que le acoge y le permite trabajar en esta escuela de Montreal. Pero no es
menos importante, para su vida y su actitud vocacional, el esfuerzo que se
impone para aplicar una metodología educativa que trata de superar la mera
transmisión de conocimientos, con una implicación renovadora en los conflictos
psicológicos, anímicos y existenciales que sufren sus alumnos. Especialmente,
el tratamiento que se ha de dar a la realidad de la muerte, desde la fuerza que
vitaliza la formación desde el aula. Alice y Simón, dos estupendos actores con
apenas once años en las páginas de sus calendarios, son los únicos que han
visto físicamente a su maestra colgada sin vida desde el techo de la clase.
Ambos centran el drama explicativo que se ha de dar a la realidad de la muerte,
en el análisis cotidiano de los conflictos existentes dentro y fuera del
microcosmos escolar. Lazhar, además de enseñar
francés…… pretende educar. Con unos métodos que chocan con el cinismo
acomodaticio que imponen las estructuras normativas de la Administración y el
propio egoísmo de unos padres que pretenden manipular la realidad, simplemente,
ignorándola.
ALGUNOS CONTENIDOS
PARA EL DEBATE.
La desesperación del suicidio. Marie, a la que sólo conocemos
por una foto, y durante los crispantes segundos que compartimos con Simón y
Alice, a través del cristal de la puerta en el aula, sufría problemas de
inestabilidad y falta de equilibrio como persona. Ella y Simón habían protagonizado
una dudosa situación cuando la maestra ayudaba en sus tareas de casa a su joven
discípulo. Aquella caricia, aquel afecto, que rompe en tragedia psicológica,
marcará la evolución de sus vidas. ¿Tanto daño puede provocar, a un profesional
de la educación, la respuesta visceral de un chico de once años, que no
entiende o integra lo que es una simple caricia, una muestra física de afecto,
en una persona que se sacrifica para su mejor formación? ¿Ha sido un cálculo
cruel, propiciado para la venganza desde el desequilibrio, que Marie supiese
que precisamente sería Simón la primera persona que viera su cuerpo inerte, ausente
de vida?
Aplicar una propia filosofía educativa, frente a la norma o
costumbre. ¿Se debe centrar la figura del Profesor en la mera
transmisión de conocimientos? ¿Puede o debe éste implicarse, de una manera
activa y profunda, en los elementos vivenciales que afectan a sus alumnos? Y,
en este caso ¿cuáles deben ser los límites, intervenciones o parámetros que no
son aconsejables sobrepasar? La conversación tutorial de Lazhar con los padres
de una de sus alumnas es bastante significativa al respecto. Éstos le reclaman
su abstención en la forma de educar a su hija, especialmente con respecto al
tema de la muerte. El planteamiento que realiza la directora del Colegio,
tratando de corregir la creatividad educativa de su compañero de trabajo, va en
la misma línea de reducir, frenar, obviar o corregir aquellas cuestiones que
pueden ser incómodas o desaconsejables para la imagen externa de una sociedad
que se aleja de la realidad y de los problemas que en ella subyacen. Esa otra
microsociedad, que late en la sutil atmósfera del aula ¿puede ser ajena a estas
realidades que forman parte del entorno vivencial cotidiano?.
La transparente empatía de los niños actores. Ese
esfuerzo interpretativo alcanza un gran mérito, que hay que poner en el haber
de Philippe Falardeau (Hull, Quebec, 1968) director de la película. Resulta
admirable la naturalidad con que saben dotar el comportamiento de sus personajes.
Cada uno de ellos, con sus peculiares circunstancias familiares y escolares.
Pero la cámara se focaliza, de manera especial, en Simón, un niño que sufre la
relación más cercana que ha tenido con su Profesora de francés. De forma
manifiesta se siente atormentado al no saber desvincular de su persona la
parcela de culpabilidad que pueda haber habido en el suicidio de su atractiva
Maestra. Se siente señalado, ante sus propios compañeros. Incluso entiende u
observa el dedo acusador que le señala en la forma en que Marie ha abandonado
el desánimo terminal de su existencia. Y también Alice, con su mirada
angelical, con una sencillez adulta de comportamiento, admirablemente impropia
para la fragilidad cronológica y psicológica que debe asumir (necesita, ansía
más tiempo que el que puede ofrecerle la atención de su madre, piloto en una
compañía de líneas aéreas). Esa soledad, ante el crecimiento en su vida, lo
compensa con la receptividad y afecto que le ofrece la, en principio, seria y
adusta figura de su nuevo Profesor de francés. Tras el despido laboral de éste,
sabe mostrarle, con ese abrazo agradecido, el cariño y la valoración que hace a
su maestro, ése que ha sabido tratarla y conducirla para su futura madurez, etapa aún lejana para su joven y
esperanzada existencia.
Actitudes y otros elementos para el oasis de la reflexión.
Hay tres personajes que, teniendo una presencial desigual en la narración, se
identifican con un tratamiento teñido de cierta hostilidad hacia el personaje
central de la historia, el refugiado argelino Bachir Lazhar (también puedo
estar de acuerdo con aquellos espectadores que consideren que ese personaje
básico en la trama del film es el pre adolescente Simón). Concretamente son,
por orden de aparición en las escenas, la directora del Colegio, la psicóloga
del centro escolar y el comisario de policía. Los tres personajes, en su
relación con Lazhar, adoptan una postura desconfiada, crítica e incluso hostil,
hacia un hombre que ha tenido que abandonar su país, tras haber sido atacado como
escritor crítico contra las barbaries gubernamentales. Su propia mujer e hijos
perecieron en uno de estos ataques, victimas de un incendio intencionalmente provocado
en su domicilio. Obviamente la vida de este maestro estaba en peligro si
hubiera permanecido por más tiempo en la tierra que le vio nacer. Aunque el
comisario de policía, ante las evidencias, ha de concederle el visado de
refugiado; aunque la propia psicóloga tenga que reconocer y manifestarle que su
trabajo con los niños ha sido positivo, a fin de superar el drama al que se han
visto expuestos; aunque la propia directora le conceda más crédito, tras
criticar puntualmente los métodos del Profesor ….. el trato que deparan a un refugiado político es duramente
criticable. La nacionalidad de Lazhar ¿tiene algo que ver en ese comportamiento
hostil de los tres personajes? Nuestro valiente maestro tendrá que buscarse,
profesionalmente, el sustento fuera de ese centro educativo, del que es
despedido por la fría y tozuda presión de los padres de alumnos.
Esta
película de denuncia social nos habla del ejercicio de
la educación en libertad. De la creatividad y
de la conciencia formativa que se imponen aquellos que se aventuran por
crear una sociedad más sana, desde las plataformas generaciones de la infancia
y la juventud. De que las escuelas no pueden o deben
ser islotes cerrados en medio de una sociedad que tiene profundas
dificultades para integrar los conflictos. La vida, la
amistad, el valor, la verdad y la muerte, son realidades que Lazhar
plantea a esos jóvenes que le son confiados para su mejor formación y
desarrollo. Pero ¿qué quieren realmente
los padres de nuestros alumnos? ¿es asumible la
hipocresía o acomodación de una sociedad que delega pero, al tiempo, cercena la
libertad del buen profesional?
Hallamos
en la cartelera semanal esta compleja e interesante historia que a muchos habrá
de interesar. Pienso que todos los
ciudadanos pero, de manera especial, aquéllos que desempeñan profesionalmente
esta trascendente dedicación, deben estar abiertos al conocimiento y debate de
la atmósfera que se respira en las aulas. De aquí o de allá. El destino de un
cuerpo social se halla determinado por la formación que reciben los más jóvenes
de sus miembros. En esta película se ofrece una página
de ese libro, heterogéneo y contrastado, donde se nos explica que, además de
instruir, hay que educar, hay que ayudar a formar. Y que la atmósfera
comunicativa, en las comunidades escolares, debe ser abierta, libre, valiente y
próxima a la realidad. Hay conceptos, pero también valores. Hay teorías, pero
también actitudes. Hay silencios pero, afortunadamente, también germinan y florecen
las palabras.-
José L. Casado Toro (viernes 25 de Mayo 2012)
Profesor
http://www.jlcasadot.blogspot.com/
Película: Profesor
Lazhar. Título original: Monsieur Lazhar. Dirección: Philippe
Falardeau. País: Canadá.
Año: 2011. Duración: 94 min. Género: Comedia
dramática. Interpretación: Mohamed Fellag (Bachir Lazhar),
Sophie Nélisse (Alice), Émilien Néron (Simon), Danielle Proulx (Sra.
Vaillancourt), Brigitte Poupart (Claire). Guion: Philippe Falardeau;
basado en la obra de Evelyne de la Chenelière. Producción: Luc Déry y
Kim McCraw. Música: Martin Léon. Fotografía: Ronald Plante. Montaje:
Stéphane Lafleur. Diseño de producción: Emmanuel Fréchette. Vestuario:
Francesca Chamberland. Distribuidora: A
Contracorriente Films. Estreno en Canadá: 27 Enero 2012. Estreno
en España: 18 Mayo 2012.
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