Nuestra
voluntariosa protagonista practica el buen hábito de adelantarse a esa, siempre
luminosa, llegada de la mañana. Está habituada a madrugar, desde sus no lejanos
años para la escolarización. Hoy, al igual que ayer, abandona el descanso que
proporciona la noche para iniciar un nuevo día, con ese esfuerzo que practica
desde hace casi dos años ya. Anabel es uno de los
miles de jóvenes y adultos que preparan sus oposiciones, en la continuidad
esperanzada del calendario. Podríamos poner color, detalles e
imaginación, a ese rostro de una persona joven. Cabello, tez, frente, ojos,
cejas, párpados, iris, pupila, pestañas, nariz, orejas, mejilla, labios, boca,
mandíbula y barbilla. Pero….. resumimos su imagen indicando que es una mujer
vitalmente atractiva, con un cuerpo delgado en una talla de mediana estatura.
Desde muy pequeña, animosamente aficionada a ese jugoso placer de la lectura. Fue
superando, con la mejor normalidad como ejemplo, las distintas fases de la
escolarización, hasta alcanzar la Universidad. Para su ubicación sociológica, es
la menor de tres hermanos, en una familia de tipo medio. Su padre,
transportista de viajeros en una
importante empresa del sector, ha visitado toda la geografía peninsular,
recorriendo kilómetros, paisajes y destinos, en una trayectoria profesional
ejemplar, a fin de sacer honestamente a su familia hacia adelante. En este
esfuerzo, también Esther, su madre, ha podido compaginar la dedicación en el
hogar, con unas horas matinales de trabajo, en el servicio de limpieza para
centros de educación pública. Sus dos hermanos mayores no fueron buenos
estudiantes de carrera, pero uno de ellos, llamado Javi como su padre, trabaja
en la Empresa Municipal de Transporte, como conductor. Y el intermedio, Iván, lleva casi un año en el paro, tras el
cierre de la agencia de viajes donde trabajaba como administrativo.
Anabel,
veintisiete espléndidas primaveras, quiere ser
Profesora de Lengua y Literatura en un Instituto de Educación Secundaria.
Ha entregado, sin suerte hasta el momento, un buen número de currículos en
colegios de titularidad privada y en otras muchas empresas ajenas al sector
educativo. También, lo ha intentado en las listas o bolsas de trabajo, en el
ámbito de la Administración. Todo ello sin abandonar su ilusión de superar esas
duras oposiciones que, regularmente, son convocadas desde la Junta de
Andalucía. A este fin, desde hace casi dos anualidades, dedica muchas de las
horas que conforman el día, para estudiar los temarios y ejercicios prácticos
que habrá de afrontar en el momento de la convocatoria. Para ella, también para
miles de compañeros en el abnegado esfuerzo, este verano del 12 supone una
oportunidad para obtener plaza de funcionario, en esa convocatoria a Profesores
de Secundaria que la Administración de Andalucía ha convocado. Aparte de las
horas de encierro, con los libros y apuntes, acude dos días en semana a una
academia, centro especializado en la preparación de diversas oposiciones. Todo
ello con el esfuerzo económico de unos padres que confían plenamente en la
responsabilidad y sacrificio que su hija siempre ha sabido ofrecerles.
Hoy,
como otras tantas mañanas en el devenir de las estaciones, ha madrugado para ganar
horas al estudio. Es uno de los días en semana en que ha de acudir a la
academia, siempre en las horas de tarde. Tras el aseo y desayuno, ya se
encuentra sentada en su mesa de su cuarto, rodeada de carpetas, rotuladores, esquemas
y libros, en ese mar de letras que inundan los centenares de folios en
fotocopias. Antes de comenzar la concentración de los conceptos y datos para la
memoria, le gusta echar una ojeada rápida a los principales titulares de
prensa. Para ello tiene memorizadas tres o cuatro páginas digitales, en la
prensa nacional y local. Y, en este viernes de abril,
la sorpresa ha sido…… mayúscula. Para ella y, sin duda, para los miles
de compañeros con los que habrá de competir para un puesto de trabajo. El
titular de la noticia no deja margen para la duda. El
Gobierno central va a presentar hoy, ante el Tribunal Constitucional, un
conflicto de competencias con la Junta andaluza, ante la convocatoria,
por parte de esta última, de oposiciones
al Cuerpo de Profesores de Educación Secundaria. Esa presentación de la denuncia, ante el
máximo órgano jurídico del Estado, va a paralizar la
celebración de la convocatoria, fijada en principio para el próximo mes
de junio. El mazazo anímico, en los 33.154 profesores, que optaban a una de las 2.389 plazas convocadas por la Junta, es
fácil de imaginar. Todos, absolutamente todos al igual que Anabel, llevan
largos meses de sacrificio en el tiempo aplicado, en el capital invertido y en
el esfuerzo ilusionado, para la complicada posibilidad de hacerse con un puesto
de trabajo como funcionario docente. Pero ¿cómo se ha
podido llegar a esta situación?
El
motivo alegado por el Gobierno central, para llegar a esta impugnación, se basa
en que no se cumple, por parte de la Administración Autonómica, la Ley de
Presupuestos. Ésta solo autoriza a sustituir, entre los Profesores jubilados, a
uno de cada diez. La nueve restantes tendrán que ser amortizadas por los
funcionarios en activo incrementando, lógicamente, sus horas de trabajo. Pues
esas nueve plazas no podrán ser desempeñadas por Profesores interinos
contratados, en este caso, por la Junta andaluza. En la convocatoria
correspondiente, se superaba ese diez por ciento de Profesores autorizados para
sustituir entre los jubilados. Se llegaba a casi el 20 % y ese es el motivo
alegado por el Ejecutivo en su planteamiento del conflicto de competencias. El
Gobierno mantiene que la Junta no ha respetado la Ley de Presupuestos. Ante
ello, no habrá oposiciones, por ahora. Los
expertos indican que para la celebración de oposiciones, habrá que esperar
entre seis meses y un año. Mientras, centenares de
interinos se quedarán sin trabajo. Habrá en Andalucía, más de 3000
Profesores menos.
Anabel,
difícilmente puede reaccionar ante el impacto de la noticia (luego confirmada
por las decisiones del Consejo de Ministros). Fue ya muy duro encajar el cambio
efectuado, también por decisión del Gobierno central, en el temario que estaba
vigente para estas frustradas oposiciones. La suspensión cautelar de la
convocatoria, junto al cambio de temarios, son dos lacerantes episodios del
enfrentamiento que existe entre los dos colores políticos que rigen ambas
Administraciones. La del Gobierno Central y aquella que representa a la Junta
Autonómica. Y, entre medio, la desesperación del ciudadano. La recientes
elecciones a la Junta de Andalucía explican, de manera meridiana, el trasfondo de esa rivalidad y el desencanto indignado para
miles de opositores.
Fue
un día amargo, este del viernes, para nuestra joven licenciada en Filología
Hispánica. Hubo tiempo para las lágrimas. Hubo oportunidad para contactar con
compañeros, también afectados por la anulación o, mejor, suspensión de la
convocatoria. Visita a un centro sindical, a fin de recabar datos que dieran un
poco de luz al nublado opaco de la realidad. Llamadas telefónicas, procedentes
de familiares y amigos tratando, con la mejor voluntad, de aportar serenidad y
ánimo. Son unos momentos en que todo calor afectuoso sirve, a modo de
paliativo, para templar los nervios y la confusión que se sufre. Aquella noche, el sueño de mostró reacio a todo tipo de
negociación. Las horas fueron pasando, con cruel lentitud, para unos
ojos que permanecían abiertos y un tanto enrojecidos por el enfado.
Precisamente, en la organización sindical le habían aclarado que como mínimo,
habría que esperar unos seis meses, hasta que se pronuncie el tribunal
Constitucional. Siendo realistas, el plazo normal de espera hasta la nueva
fecha de celebración iba a cubrir, probablemente, una “interminable” anualidad.
Ya
en sábado, con un día espléndido donde brillaba la naturaleza en Primavera,
Anabel tuvo el buen acierto de coger su mochila y, con la bicicleta, se dirigió
a dialogar en silencio por campos y parajes. Necesitaba alejarse del bullicio
urbano. Buscaba un poco de paz y equilibrio, en medio
del campo. Y la suerte siempre aparece cuando, inesperadamente, sabe
acompañarnos. Aún con escasa cobertura, el móvil reclamó su atención. Era Fina, su amiga de siempre. Un par de años mayor que
ella, madre soltera de una preciosa criatura a la que llaman Becky. Trabaja de
psicóloga en una residencia de titularidad privada para mayores. Hacía unos
meses que no se veían pero, hoy, ha sabido estar a la altura de las
circunstancias. Ha sido una larga, y fructífera, llamada de móvil que ha durado
más de treinta minutos. Han quedado citadas para merendar el fin de la próxima semana. Pero, en ese
diálogo que ambas mujeres han sabido mantener, ha existido el buen anticipo de
una estrategia inteligente, para salir del bloqueo personal en que se ha visto
sumida la casi siempre animosa Anabel.
“Ana Isabel, aunque comprendo y comparto tu indignación,
en estos momentos de dificultad no te debes dejar llevar por el desánimo. Ahora
es cuando hay que ser más fría y cerebral en las respuestas. Has invertido
mucho tiempo. También, dinero, sacrificios y esperanzas, en algo que ahora
tendrá que esperar. Pienso que seguir en casa, día tras día, lógicamente
cansada, amargada o hastiada, ante la frustración de los libros y los apuntes,
no es una decisión positiva. Creo que debes buscar algún tipo de trabajo. Una
actividad que te obligue a cumplir diariamente un horario. Y, para ese trabajo,
olvídate de titulaciones, certificados y preparación académica. Por muy humilde
que sea, para tus expectativas, lo debes aceptar. Con ese valor coyuntural de la
utilidad laboral que, como persona, quieres y necesitas aportar al entorno del
que formas parte. Sea en unos grandes almacenes, en tiendas de ropa, en una
cafetería, en alguna oficina…. en cualquier trabajo, por modesto que sea. Debes
saber asumir unas condiciones laborales de una cierta dureza, para tu
mentalidad y preparación. No le hagas ascos a un sueldo basura. Ahora, de lo
que se trata es de ganar tiempo. Saldrás de casa todos los días, para hacer
algo que vas a interpretar como un juego o siembra para la experiencia. Seguirás
estudiando por las noches, o en los momentos que tu elijas. Ahí están los fines
de semana. En los tiempos que corren, encontrar algún trabajo, aún de estas
características, no va a resultar fácil. Lo sé. Pero inténtalo. Una y otra
vez. Aunque estés cansada al final de
las tardes, te sentirás confortada para la aplicación de tu tiempo. Me pongo en
tu lugar. Igual no te ves trabajando en algo que no se corresponde a la
titulación que atesoras. Pero, ahora, se trata de rentabilizar ese oportunidad,
que permita evitar tu aburrimiento y dependencia. Seguir estudiando …. idiomas,
algo que te guste …. Vas a ser, desde ahora, el prototipo de una persona que,
aun temiendo el mecanismo del vértigo, no te vas a dejar llevar por actitudes vacías
para el desencanto. Por supuesto que, más pronto o tarde, llegaras a ser una
muy cualificada Profe de Secundaria. Te lo aseguro. Siempre he confiado en ti”.
Y
éste es un drama, un drama más al que nos aboca la clase política gobernante.
Hubiera sido un poco luz, para las tinieblas de más de dos mil familias en
Andalucía. Ahora, toca esperar. Pero ¿hasta cuando? Porque esos políticos que
tienen que resolver los problemas, lo que están haciendo es crearlos. Ya ni se
atreven a dar fechas….. para la recuperación económica. Ahora bloquean unas oposiciones que hubiera supuesto un
puesto de trabajo para muchas personas. Cercenan las esperanzas de más de
treinta mil aspirantes, a ese par de miles de puestos de trabajo. Para ellos,
para esos políticos que deciden con nuestro voto, la solución es muy fácil. Que
trabajen aún más horas, los Profesores en sus aulas. Y que se les aumenten sus
alumnos por clase. Mientras, el opositor se sigue haciendo preguntas, sumido en la nublada e incomprensible indignación
del desencanto.-
José L. Casado Toro (viernes 4 de Mayo 2012)
Profesor
http://www.jlcasadot.blogspot.com/
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