Apenas está amaneciendo y ya se ven luces de cierta
actividad en un antiguo bloque de oficinas, recientemente modernizado, ubicado
en los aledaños de la Gran Vía madrileña. Desde las 6:30 horas, los
trabajadores de un servicio contratado y compartido de limpieza cumplen con la
misión de dejar bien aseadas ésta y otras oficinas sitas en el edificio. Su
necesaria y diaria tarea es realizada, con admirable responsabilidad, entre lunes
y viernes. Junto a este personal laboral, un pequeño equipo de dos guardias de
seguridad va recorriendo las diversas plantas que conforman el bloque, labor
que llevan a cabo durante las veinticuatro horas del día, con turnos de trabajo
rotatorios. Aunque el horario de entrada, en la mayoría de las oficinas y
empresas, comienza a las 8, desde minutos antes de esa hora van llegando a las
bien iluminadas dependencias numerosos trabajadores, con el fin de ir
preparando y organizando los asuntos programadas para esa jornada.
Allí, en la planta 8ª de este edificio de multi-gestión, tiene establecida su sede
central una importante empresa de estudios e investigaciones sociológicas, que
opera bajo el británico nombre de “A QUESTION”
(una pregunta). Sobre una superficie útil de 170 metros cuadrados, los
diferentes despachos de esta consultoría se hallan ocupados por un bien avenido
equipo de 9 personas, todas ellas con acreditada titulación universitaria.
Principalmente son sociólogos, aunque entre ellos hay un abogado y también un
licenciado en psicología, Delio, el cual, en la
actualidad, se halla también inmerso en un ambicioso proyecto investigativo que
le debe llevar a su doctorado en ese cualificado grado profesional.
Para las once de la mañana de hoy miércoles, ha
sido programada una urgente reunión de trabajo,
a la que deben asistir todos los componentes de la plantilla central. También
se unirán, a este grupo madrileño, seis representantes de los otras dos
subsedes consultoras, que operan en Barcelona y Sevilla, respectivamente. El
motivo nuclear de esta sesión es la de analizar y
contrastar los resultados correspondientes a las recientes elecciones
legislativas, celebradas en el pasado mes de diciembre, con respecto a
las previsiones que el grupo consultor había elaborado, basándose en las
entrevistas realizadas a pie de calle y también mediante la necesaria
comunicación telefónica. Para ésta y otras consultorías de opinión, los datos
de sus respectivas previsiones electorales han contrastado, en sus porcentajes,
con los que, de manera aritmética, han salido de las urnas. Para decirlo de una
manera simplificada: las previsiones de votación no han coincidido en absoluto,
para esta oportunidad, con el recuento de los datos finales, resultados
difundidos desde el ministerio gubernamental.
A la hora prevista, los quince participantes en
este encuentro para el análisis ocupan con puntualidad sus asientos, alrededor
de una gran mesa ovalada situada en el salón habilitado para las reuniones
plenarias. La sesión va a estar a estar presidida por el
director general de la empresa, Jason Deyerand,
un prestigioso profesional de la sociología, nacido en Cambridge pero afincado
en nuestro país desde hace ya un par de décadas (está casado con una española
de origen cántabro).
“Tal vez consideréis que os he
convocado con excesiva premura. Los resultados electorales del pasado domingo,
ciertamente, aún no son los definitivos. Eso es obvio. Pero las variables
posibles, con respecto a los porcentajes de los distintos partidos, van a ser
muy escasas, apenas de centésimas. Por ello me ha parecido oportuno que nos
sentemos para hablar y analizar una realidad que pone en tela de juicio nuestro
trabajo prospectivo. Desde luego, es evidente que la credibilidad o
profesionalidad que representamos, ante la masa social, puede quedar en
entredicho por el escaso éxito de nuestras predicciones. La mayoría de éstos
cálculos no se han visto confirmados, una vez realizado el recuento de los
votos introducidos en las urnas.
No me cabe la menor duda de que todos
los aquí presentes tenemos opiniones y valoraciones al respecto, acerca de las
posibles incidencias o factores que han podido originar esta diacronía, entre
los estudios realizado y los puntuales datos aritméticos surgidos o emanados de
la jornada electoral. Debemos comenzar,
sin la mayor dilación, a estudiar en profundidad los posibles determinantes
para este “fracaso”… bueno, mejor denominarle “error” en las bases estadísticas
que, con ineludible responsabilidad científica, hemos aplicado. Así pues,
abramos un primer debate aproximativo a este panorama electoral que nos puede
hacer daño, como una empresa que trabaja para las más importantes
organizaciones mediáticas del país. Quiero conocer, sin la mayor espera,
vuestros posicionamientos y opiniones ante la situación que nos afecta”.
Se inició a continuación un “acalorado” debate, en
el que unos y otros expusieron sus
criterios acerca de las causas que podían haber
incidido en este “no acertar”, con respecto a los datos cuantificados provenientes
de las mesas electorales. Una muy sensata e interesante aportación fue la que
realizó Lenia (pareja, en la actualidad de
Delio). En su opinión, existe una curiosa tendencia de naturaleza lúdica en el
comportamiento del entrevistado. Éste, al ser preguntado por el profesional, se
siente como “realizado o importante” al poderle engañar o confundir con
respecto a su verdadera intención de opción electoral. Incluso, en esa catarsis
patológica de la confusión, puede haber una componente de naturaleza masoquista
que le conduce a optar, en el instante decisivo del voto, por una papeleta
cuyas siglas, a poco que racionalices, sabes que te perjudican y que están
lastradas de “pestilencia”. Pero ese castigo oculto que, subliminalmente,
deseas infligirte, se mezcla con un pobre sectarismo borreguil que nos conduce
hasta el aprisco fraternal de la supuesta y más que discutible seguridad o
comodidad.
Tras estudiarse nuevas e
interesantes estrategias, en la praxis de las encuestas (como realizar visitas personales a los encuestados,
hacerse pasar por técnicos electorales de un determinado partido político,
programar cruces interrogativos a fin de desvelar la verdadera intención del
elector, etc) Jason postergó para una
ulterior reunión la adopción de los cambios necesarios, en orden a una mayor
fiabilidad en el tratamiento informático y estadístico de las respuestas que se
recabasen.
A todos los presentes les vino muy bien esos
treinta minutos del “coffee break” con unas pastas apetitosas, a fin de templar
los ánimos y tomar nuevas fuerzas para la segunda parte de la reunión.
Nuevamente Jason “abrió” la presentación del segundo orden del día, inserto en
su bien documentada agenda.
“Ahora llega el momento de
presentaron un “plato” más agradable, pero no menos complicado para las
perspectivas de nuestras exigencias. Un importante grupo editorial, con
ramificaciones en el sector mediático de la prensa hablada y escrita, se ha
propuesto elaborar una colección de ejemplares para la autoayuda psico-física. En
orden a ambicioso proyecto, el departamento de estudios del grupo en cuestión
nos va a encargar la toma de datos, a lo largo y ancho del país, para que una
vez estudiados y procesados, facilitemos una información sociológica fehaciente
y sugestiva, que será trasladada a los respectivos autores que van a redactar
esos volúmenes. Como la difusión de
estos ejemplares tendrá una periodicidad mensual, haremos el muestreo de campo
con el tiempo suficiente para que puedan ser integradas estas conclusiones en
la redacción de los distintos escritos.
Así que vamos a ponernos todos a
“mover” el archivo de nuestros conocimientos, habilidad e imaginación.
Pensabais que iba a utiliza otras expresión ¿verdad? Pues… también. ¿Y cuál es
el tema elegido para este primer ejemplar? Os lo aclaro: todos esos pequeños
placeres que “endulzan”, compensan y sosiegan el estrés a que se ve sometido, a
lo largo de las horas, nuestro deseable equilibrio orgánico. El título,
lógicamente, no está definido todavía. Pero ya conocéis por donde va el tema a
investigar. En este caso, el margen temporal que poseemos es no superior a una
semana. Poco tiempo, lo sé. Habrá que sacar “fuerzas de flaqueza” a fin de
recoger estos datos, procesarlos informáticamente y, de manera especial, hacer
un estudio adecuado sobre los mismos”.
Se tomó la decisión (para enriquecer la toma de
muestras) de que las personas entrevistadas habrían de comentar o justificar,
brevemente, las principales motivaciones e incentivos que poseían o albergaban
a fin de llevar a cabo esas sencillas acciones, en el contexto del rutinario
quehacer diario.
Una vez finalizado el plazo establecido para
contactar con perfiles idóneos, se observó la
variedad y la cantidad de las informaciones recabadas, así como las curiosas
argumentaciones a favor de las mismas. Sin plantear un orden numérica, en
cuanto a la aceptación y práctica de estas acciones, las más importantes o
repetitivas fueron las siguientes (elegidas entre otras muchas opciones):
- Pasear, sin un
destino concreto, por las calles y plazas de la ciudad. Las personas, que así
practican este ejercicio, mejoran su estado carencial anímico. Además, durante
estos “anónimos” paseos, resulta frecuente hallar situaciones o personas
imprevistas que, de manera “terapéutica” ayudan a ese tonificante fin.
- El dulce aroma difundido por un jardín, especialmente en época primaveral.
Difícilmente los frascos y productor de perfumería podrían igualar la calidad y
profundidad de ese olor que sólo las flores y plantas de la naturaleza saben
producir y regalar.
- La brisa, fresca y con sabor a sal, proveniente
del oleaje marítimo. Cuando tienes la suerte de estar próximo a la orilla del mar o cerca de la playa, es previsible que llegue a
nuestro rostro esa suave brisa que tanto vitaliza y, a ratos, emociona.
- Un tiempo, más o menos extenso, de lectura o diálogo silencioso, con el autor de una
creatividad literaria. En este caso, el escritor pone sus letras plenas de
contenido e intencionalidad. Por su parte el lector aporta, en ese diálogo
compartido, la acústica sorda de su interés, interpretación e imaginación.
- Compartir la proyección de una película. Sea con una elección más o menos
afortunada, esa hora y media sumido en la oscuridad de la luz va a permitir al
espectador tomar empatía con los personajes y la trama argumental que se
visualiza en pantalla. Por supuesto, compartirá ese grato momento con todos los
que han intervenido en su realización, con aquellos que anónimamente la
contemplan y, también, con ese diálogo que sobre la misma podremos realizar con
nuestros amigos y afines.
- Saborear un té o café, bien caliente, en un
establecimiento ambientalmente apropiado. Esa motivadora infusión, regalo para nuestro sentido del gusto,
realizada en la soledad o compañía de nuestra oportunidad, nos aportará el
valor del placer y la alegría temporal por la cuota de bienestar
conseguida.
- Escuchar los sonidos que los maestros y
profesores de una orquesta sinfónica saben tan
bien modular. Ya sea desde el patio de butacas, o desde aquellas otras plataformas
ubicadas en la proximidad del cielo edificado, haces como que cierras los ojos
y, a continuación, lees y disfrutas con los acordes que alimentan y enriquecen el alma de nuestros sentimientos.
- Decidirte a comprar ese pequeño regalo que te hace ilusión. Puede ser para ti o para
los demás. Compartir la sonrisa de amigos o allegados también supone un motivo
de placer Esa modesta compensación material o anímica puede ayudarte a superar
la percepción de un día que quizá no ha sido afortunado para tus expectativas.
- El agua, que
constituye el mejor fundamento de la vida. Estar en contacto con el medio
acuoso revitaliza nuestro cuerpo y ayuda a sentirnos mejor. El ejercicio del
nado tonifica y potencia nuestras capacidades. En ocasiones, sentir la proximidad
del agua es más que suficiente para progresar en ese estado de mejoría orgánica
general.
- Frente al ambiente estresante y ruidoso de la
tensión, la placidez del silencio, con esa
transparente acústica que nos hace
sentirnos mejor. Nos ayuda a pensar, a programar y, de manera especial, a
sosegar nuestra puntual e incómoda inestabilidad.
Con toda ésta primera y valiosa información, que la
consultora técnicamente procesó, el grupo editorial fue elaborado un pequeño
manual de autoayuda, atractivamente ilustrado, del que se decidió hacer una
“tirada” inicial de 2.000 ejemplares. Tuvo una excelente acogida por parte del
fiel público lector y de aquellas otras personas que se sintieron atraídas por
el profundo sentido difusor del título elegido: ESOS
PEQUEÑOS TESOROS QUE MOTIVAN NUESTRA SONRISA.
En estos momentos, la difusión del volumen va por su cuarta edición.
Con respecto a las encuestas y toma de muestras de
naturaleza política, encargadas por los grupos y empresas mediáticas, la
empresa A QUESTION, bajo el buen quehacer de Jason y su equipo, continúa
buscando el mejor acierto en sus objetivos prospectIvos. Pero ahora, dada la
experiencia en las últimas elecciones, han introducido una importante variable,
aplicada cuando llega el decisivo momento de procesar y estudiar los datos
recabados en las encuestas de opinión. Ese elemento o factor modificador, que
se aplica al proceso de análisis, es la variable que LenIa defendió, con tan
convincente tesón, en aquella recordada reunión de diciembre: el factor lúdico de la confusión, en la compleja decisión
del votante.-
José L. Casado Toro (viernes, 4 de Noviembre 2016)
Antiguo profesor del I.E.S. Ntra. Sra. de la Victoria.
Málaga
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