Existe la convicción generalizada de que muchas
personas mantienen, en la privacidad de su inteligencia, la ilusión por desarrollar
algún “ambicioso” proyecto, más o menos complicado o laborioso, que colmaría
positivamente un espacio significativo de su andadura vital. Seguramente serán
muchos los ciudadanos que, en la suma de sus calendarios, podrán de manera
razonable alcanzar esa anhelada meta. Por el contrario habrá otros que, al no
conseguirlo, se consolarán pensando que, tras la llegada del retiro laboral,
tendrán más tiempo y oportunidades para emprender esa “osada aventura” mil
veces proyectada. Pero en ambos casos, casi todos estarán de acuerdo en que,
con ese apetecible objetivo, enriquecerían y darían más significado a un más
que previsible y rutinario recorrido personal por las hojas, siempre progresivas,
del almanaque.
Escénicamente este reto podemos verlo explícito en
muy diversas situaciones, en las que se abandona la privacidad del “secreto” a
fin de compartirlo sociológicamente con los más allegados. En una cena de amigos, en aquella conversación
con tu pareja, en la confidencia médica con tu psicólogo, en el diálogo afectivo
con el amigo de toda la vida, etc. se
pueden escuchar estas sinceras frases: “A mi siempre me habría gustado ejercer
de …” “Espero que llegue el momento en que pueda ponerme a aprender …” “A mi me
haría infinita ilusión poder visitar …” “Estoy seguro de que algún día
comenzaré a…” “Lo he intentado en diversas oportunidades, pero la próxima vez
será la definitiva” “Me sentiría inmensamente feliz si llegara el día en que
lograra …” Sin embargo, no siempre el destino, la oportunidad, la suerte o la tenacidad
y voluntad personal hacen posible alcanzar o viajar a esa sugerente plataforma
material, sentimental, lúdica o espiritual que ha sustentado, con admirable
permanencia, tan razonables o irrealizables anhelos. Veamos una sencilla
historia que ejemplifica la proximidad de esta previa introducción.
Lucas, 27 años, trabaja como empleado en una empresa privada de seguridad. Silvia, dos años mayor que su pareja, ejerce como
operadora telefónica en una empresa de paquetería y envíos urgentes. La
convivencia de ambos acumula ya un quinquenio de equilibrada relación. Piensan,
desde la juventud de sus vidas, que “más adelante” tal vez se animen a pasar
por la vicaría o, al menos, por las oficinas del Registro Civil y también, por
supuesto, en esa responsabilidad de dar luz a la vida de un nuevo ser.
Desde pequeño, Lucas ha tenido gran afición por la
escritura y la lectura. “Construcción” de tebeos, narraciones escolares, elaboración
de no escasos poemas, cuentos e historietas en la adolescencia, acumulan un
apreciado material que tiene guardado, aunque desordenado, en todas esas
carpetas que testimonian su profundo fervor y amor a las letras. Son páginas y
páginas que comparten y socializan sentimientos y vivencias generadas en la
traviesa dialéctica mantenida entre el mundo de la ficción y aquel otro
sustentado en la realidad próxima. En más de una ocasión ha confesado a su
pareja, con los gestos de su comportamiento, también con las palabras de su
convicción, su deseo ilusionado por lograr, algún día, redactar y estructurar
los capítulos narrativos de una novela o, al menos, una colección de relatos,
aptos para su publicación. Tiene por “héroe” literario al gran escritor
británico Ken Follet, Cardif 1949, al que con
infantil y alocado reto algún día le gustaría poder emular.
Hoy martes Silvia, en esos escasos momentos en que
la centralita que controla enmudece, piensa en el regalo más adecuado con el que
obsequiar y celebrar el inminente cumpleaños de la persona con la que convive. A
las cuatro de la tarde termina su horario. Esta semana le ha correspondido
atender el turno primero, que comienza apenas cuando clarea la mañana. De
vuelta a casa, cambia la ruta habitual de su itinerario para acercarse a un
gran centro comercial. Se dispone a visitar su sección de librería, a fin de
buscar alguna novedad editorial que pudiera agradar y estar en consonancia con
ese deseo íntimo de Lucas, en el ámbito de la creatividad literaria. Tras pasar
por diversos expositores, se acerca a uno de los vendedores para consultarle al
respecto. Al escuchar el resumen de su necesidad, el apuesto y bien trajeado
interlocutor le sonríe, añadiendo una seña de complicidad para que le acompañe
a un expositor central donde están colocadas la últimas novedades editoriales. Allí
le muestra un volumen, envuelto en fino plástico transparente cuyo título,
impreso en letras color esmeralda sobre un fondo con fotografía de un mar en
calma, dice: HERRAMIENTAS “MÁGICAS” PARA ESCRIBIR TU
PRIMERA NOVELA.
“Estimada Srta. Se trata de una
edición especial, sustentada en un importante grupo editorial. Viene con esa
magia especial de la sorpresa, pues no nos está permitido desvelar el secreto
que encierra en su interior. Es decir, no podemos quitar el plástico
transparente con el que viene envuelto este libro, por requerimiento
empresarial. Sólo decirle que, según la crítica especializada, que se muestra
bien remisa en desvelar sus datos internos, está teniendo un indudable éxito de
ventas. Es un volumen dirigido hacia todos aquéllos que gustan de usar el
lápiz, el bolígrafo o el teclado de su ordenador, a fin de lograr el gran
milagro de escribir y “construir” historias. Piensa el grupo editorial que este
manual puede resultar un instrumento muy eficaz para satisfacer esa ilusión que
muchos atesoran en orden a completar su gran relato, su primera narración
novelada y que, por muy diversas razones, han carecido de la oportunidad, el
tiempo o la suerte para llevar a efecto tan noble objetivo a buen puerto. El
precio es muy atractivo pues, le aseguro, que los veinticinco euros de su coste
se compensan ampliamente con diversas sorpresas que hallará en su “asecretado”
interior”.
Quien con tal hábil y extenso marketing se
expresaba, era Gustavo Sarafranca, el cual se
presentó (según expresaba su placa inserta en la chaqueta gris como jefe de
sección, en la librería de tan prestigioso centro comercial. Silvia no lo pensó
más, abonando en caja el importe del misterioso volumen, que previamente había
preparado para regalo tan convincente vendedor.
Sábado por la mañana. A pesar de corresponder esta
fecha con el cumpleaños de Lucas, éste ha de cubrir cuatro horas de trabajo por
necesidades del servicio. Hay varios compañeros en baja médica. Cuando vuelve a
casa, pasadas las dos de la tarde, Silvia le tiene preparada una suculenta
comida que ha podido cocinar con tranquilidad ya que ella no trabaja los fines
de semana. Llega el momento del postre. Aparece con una tartita “bañada” de
chocolate, presidida por dos números de cera que vienen encendidos desde la
cocina. Los afectivos besos de rigor y la entonación del “cumple feliz”,
dejando en las manos de su compañero el volumen que tan bien le prepararon, dos
días antes, en el departamento de librería de esos grandes almacenes.
Lucas abre despacio y sonriente el bien presentado
envoltorio, leyendo con atención el título que preside su regalo. Rasga el plástico
que lo envuelve y para su sorpresa y la de su compañera observa que es un
ejemplar con 145 páginas, todas ellas en blanco (en realidad es un papel grueso
de tonalidad crema) salvo las cinco hojas primeras. Estas p áginas
iniciales están dedicadas a explicar la ”mecánica" del curioso secreto. Se
sientan en el gran sofá y juntos leen el contenido de esas hojas impresas y
orientadoras.
“Estimado amigo escritor. Felicitarte,
en primer lugar, por haber elegido la apasionante aventura de “navegar” con
ilusión y valentía por ese mundo, imaginativo y real, de las letras impresas.
Vas a proceder a escribir tu primera novela o primer gran relato. Te facilitamos
el soporte material donde puedes
hacerlo. Te sugerimos unas normas básicas y técnicas inmediatas, acerca de cómo
hay que estructurar esa gran historia que te has propuesto redactar. De igual
forma, aportamos como sugerencia diversos argumentos, planteados en forma de
microrrelatos, que no superan las 20 palabras. También añadimos unos principios
básicos gramaticales, en orden a la redacción de los párrafos que formarán el
cuerpo temático. Adjuntamos, para tu fácil disposición, un número de teléfono
móvil y una dirección electrónica, en dónde podrás consultar cualquier dificultad
con respecto a la redacción de tu escrito. Estos puntos de ayuda estarán
abiertos, para tu incondicional atención, las veinticuatro horas del día.
Detrás de la línea telefónica y del propio correo electrónico, hallarás siempre
a un muy cualificado equipo editorial, que estará presto para resolver todas
las dudas que puedan entorpecer tu fluida creatividad.
Una vez que hayas terminado la
redacción, sobre las páginas no impresas de este ejemplar o en la pantalla de
tu ordenador, nos envías el escrito por el procedimiento que estimes oportuno.
Será de inmediato corregido con anotaciones debidamente glosadas, que te
ayudarán a mejorar y enriquecer tu capacidad expresiva escrita. Un nuevo equipo
de redacción pulirá el texto y te aconsejará los últimos detalles que sería
conveniente modificar. Una página web y la dirección electrónica
correspondiente van a ser las ventanas didácticas que te adiestrarán
convenientemente para ese tu gran logro expresivo.
Llegados a este nivel, nuestro equipo
editorial estará dispuesto a publicarte esa tu primera gran obra de creatividad
literaria. La edición conllevará un coste variable que estará en función del número
de páginas, calidad material de la edición y el número de ejemplares que elijas,
en una horquilla que iría entre 75-100-125 ejemplares. Para tu satisfacción, la
editorial te comprará los tres primeros volúmenes. El departamento económico te
informará, de manera detallada, las diversas tarifas que habrás de sufragar, en
función de las variables que ya te hemos expuesto.
Cuando tengas la edición en tus
manos, sentirás la emoción de haber construido y publicado un pequeño universo
de creatividad, cuyos ejemplares podrás vender, regalar o conservar, para tu
goce y satisfacción. A buen seguro, ya tendrás el apreciado árbol, ese querido
hijo, tesoros a los que se unirá este libro que con tu esfuerzo, imaginación y
destreza has logrado felizmente escribir y, posteriormente, publicar”.
Una vez concluida la lectura de esta larga
introducción explicativa, la joven pareja intercambiaron sus miradas, con un
sentimiento ambiguo a medio camino entre la seriedad y las risas. A pesar de la
jocosa percepción en Silvia de sentirse estafada, Lucas fue mucho más positivo
en su reacción. Expresó su propósito de entrar en el “juego” propuesto por la
editorial. En realidad acumulaba en sus carpetas muchos materiales narrativos
que podrían servir de base para elaborar un gran relato que cupiera en los
parámetros de las palabras normatizadas por el grupo. La osada aventura de dar
cuerpo a una primera novela se hallaba pronta a comenzar. Con respecto al tema
de la edición impresa ya tendrían tiempo para pensarlo, pues la publicación del
futuro escrito no era urgente. En su momento tomarían la decisión más adecuada.
De nuevo besó a su ya más tranquila compañera que, en un principio, se mostraba
patentemente enojada. El homenajeado propuso ir al cine, por la tarde y esa
noche ya tenía elegido un romántico restaurante, no lejos de la sala
cinematográfica, a fin de celebrar la cena con motivo de su 28 cumpleaños.
Una semana y media después. Lucas marcó el número
de contacto telefónico del monitor editorial. Eran las 19:35 horas, en un
jueves de otoño. Necesitaba realizar un par de consultas acerca del primer
capitulo de su libro, páginas ya prácticamente finalizadas. Como título
provisional de la futura novela había elegido TIEMPOS CONVULSOS
DE ADOLESCENTE.
“Por favor ¿Grupo editorial
Hemisferio?” Al otro lado de la
comunicación fue atendido por la voz de una niña pequeña, a la que con su espontánea
expresión oyó decir “¡Papáaa, preguntan por ti!”. Lucas mostró su extrañeza al
percibir que hab“Buenas
tardes, amable interlocutor, mi nombre es Gustavo Sarafranca. ¿Con quién tengo
el gusto de comunicar?”.- ía llamado a un hogar familiar, pues se
escuchaban otras voces de críos en el sonido ambiente. A los pocos segundos,
fue atendido por un hombre de fluida expresión.
José L. Casado Toro (viernes, 13
Octubre 2017)
Antiguo profesor del I.E.S. Ntra.
Sra. de la Victoria. Málaga
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