jueves, 25 de septiembre de 2025

ESCRIBIR EN TIEMPOS CONVULSOS



Conocemos que grandes escritores elaboraron sus mejores obras literarias cuando sus vidas estaban sumidas en graves problemas. Se razona esta relación entre el bien escribir y el sufrimiento vivencial por esas carencias o dificultades en sus vidas, que agudizaban y propiciaban el ingenio y la calidad creativa de esos importantes autores. Sea como fuere, parece cierto que los momentos de “flaqueza” el componer historias puede ser eficaz como terapia anímica y brillantez intelectual. En este contexto introductorio se enmarca nuestro semanal relato. 

Pueden citarse muchos momentos especialmente dolorosos en las vidas de las personas: fracasos sentimentales; graves accidentes; crisis económicas; resultados negativos en las oposiciones; enfermedades de difícil curación; infidelidades familiares; pérdida de libertad; vacíos creativos en la cultura; desilusiones intensas; etc. Pero, sin duda, el dolor producido por la pérdida de un ser querido. Todo lo demás puede tener algún tipo de solución. Pero cuando una vida se nos va, no encontramos soluciones compensatorias. Al menos, a corto plazo. Compartimos una primera historia.

DAVID Almansa llevaba tres meses de casado con IRINA Arias. Había conseguido un pequeño piso de alquiler, en los aledaños del Castillo de Málaga. El piso tenía unas excelentes vistas sobre la bahía malacitana. Desde cualquiera de las ventanas del inmueble. La terracita estaba introducida en el salón, para conseguir un mayor espacio en la sala de estar. Los propietarios, un matrimonio inglés de avanzada edad, Marian Robert, había residido más de tres décadas en su vivienda, un 2º A sin ascensor. Habían concertado con el joven matrimonio un alquiler especial: 450 euros mensuales. Si en algún momento los inquilinos deseaban quedarse con la propiedad de la vivienda, le serían descontadas del precio las mensualidades pagadas. Una verdadera ganga, con la única dificultad de tener que recorrer un largo espacio desde el Camino del Calvario para llegar al piso. Pero el joven matrimonio gozaba de felicidad y buena salud para llenar de pasos el tiempo

El destino siempre tiene sus propias decisiones y no siempre son afortunadas, sino harto crueles. Un pequeño error de conducción puede magnificarse y ser extremadamente lesivo. Incluso mortal. Le ocurrió a Irina, cuando en la acera esperaba la llegada del bus. Inconscientemente, dio un paso hacia la calzada y un autobús que iba “con prisas” y muy pegado a la baja acera “se la llevó por delante”. El muy desgraciado accidente había cercenado dos vidas. La de la joven esposa y la de su querido compañero de vida, David. 

Todo fue tan rápido, drástico e inesperado, que el desconsolado celador del Hospital Clínico se tuvo que poner en manos de los especialistas. Su ánimo estaba arrasado, hundido fatalmente en la miseria. En el centro hospitalario donde trabajaba se le trató de ayudar unánimemente, desde los compañeros de labor, hasta el director de salud mental y el equipo de psicólogos y psiquiatras. 

Curiosamente fue el Dr. Fernando Vences, especialista en medicina interna, profesional joven e imaginativo, pidió a David compartir un café en la cafetería del centro médico. Hablaron durante un largo rato. Vences le narró un problema que había conocido en el ámbito de su propia familia. Una prima con su pareja, también recién casados e intensamente enamorados. 

“Mi querida prima Yoli, estaba embarazada, encontró un poco de oxígeno anímico a su drama. ¿Cómo lo hizo? Escribiendo cariñosas cartas de amor a su compañero ausente, al que había perdido no por accidente sino por una enfermedad cruelmente rápida. Cada noche escribía su misiva, alrededor de una página, narrándole cómo había ido el día, en el súper en donde trabajaba, con las anécdotas subsiguientes. Sus tareas en la cocina, para el almuerzo y la cena. Por supuesto, la evolución ilusionada del embarazo para la niña que “crecía” en su seno. Lo que pensaba hacer para el día siguiente. O esa blusa o zapatillas, que había visto en el Dunnes Stores, a precios irresistibles. Esta terapia de la comunicación le había ayudado mucho. La niña AURA nació felizmente. Esta actitud fue un buen acicate para continuar la lucha por la vida.

Algo sorprendente fue (según comentaba el Dr. Vences) fue que Yoli, ordenando la mesa que utilizaba su pareja descubrió una carta, encastrada en la caja del cierre. En su contenido, Claudio, viendo llegar su final, se despedía de su mujer, con un inmenso cariño y consuelo, ofreciéndole los mejores consejos para su nueva vida sin él. Le decía que debía rehacer su vida, con un hombre bueno y que desde donde él estuviera le seguiría enviando su cariño y amor infinito.

Yoli sigue escribiendo por las noches y tiene enmarcada la carta de despedida de su amor Claudio. Tengo que añadirte que en el súper hay dos compañeros de trabajo que piensan en ella casi de manera continua… Todo llegará”.  

Es obvio existen inteligentes hábitos, que bien organizados pueden ser en sumo útiles como eficaz terapia para esos tiempos nublados o alterados que a todos nos afectan en la vida. 

COMPARTAMOS otra historia. 

JULIA, 42, trabajaba como administrativa en una notaría de gran prestigio y clientela, situada en calle Granada, a dos pasos de la muy conocida Larios, en la capital malacitana. No había formado familia y seguía conviviendo con su madre AMELIA, una señora mayor, antigua matrona del Hospital Materno Infantil. El carácter de esta mujer, desde la infancia se había caracterizado por su timidez. Tenía tendencia al sobrepeso y a la debilidad de carácter. En la enseñanza secundaria, sus compañeros le habían puesto el cruel mote de “la gorda del moño”, por su anatomía corporal y forma de peinarse. Trataba siempre de evitar los conflictos y los enfrentamientos, tanto lo escolare, la vecindad y posteriormente en el desempeño laboral. Otro de los apelativos que le adjudicaban era “la corta”. Ese bullying lacerante e inhumano. 

 En la notaría tenía tres compañeros. Dos de ellos, Rosa y Daniel, no eran especialmente amables con ella. En cuanto a Nazario, era más cuidadoso en el trato hacia la compañera. El jefe, don CIPRIANO, 55, notario colegiado. Era un jefe muy exigente para con todos. Se enfadaba mucho ante cualquier error (documentos mal clasificados, folios grapados en desorden, llamadas telefónicas perdidas y especialmente con algún lapsus ortográfico. Se dirigía a Julia como la Srta. Ortiz. 

Cuando finalizaba su horario, a las 20 horas, se sentía muy cansada físicamente, pero también desanimada por haber tenido que “tragar, sapos y culebras” con los compas, con don Cipriano y con aquellos clientes que se mostraban inamistosos cuando, en su opinión, no habían sido atendidos con la deferencia que merecían, pues eran “los que pagaban”. 

Una mañana, cuando Julia salía a desayunar, Nazario se ofreció a acompañarla. Quería entablar unos minutos de conversación. Pero cuando apenas habían iniciado esas palabras amables, una llamada de Daniel por un asunto urgente tuvieron que apresurar la vuelta al despacho. Al menos les había dado tiempo para quedar el sábado por la tarde, a las 7, para tomar algo y tal vez la posibilidad de cenar juntos. En el restaurante La Caracola compartieron una cena muy agradable, porque uno y otro necesitaban comunicar, por sus respectivas circunstancias. Nazario, 53, estaba divorciado desde hacía años. “Era lo mejor para ambos. Cuando dos seres se sienten infelices juntos, lo mejor para la sensatez es que cada uno de ellos busque nuevos caminos para construir sus vidas”. 

“Me vas a permitir que te hable con claridad y franqueza. Llevamos juntos en la notaría y prácticamente nunca hemos intimado en lo personal. En mi opinión, sufres en demasía la actitud y el trato de los demás. Seguro que, en tu vida, eres muy joven, ha habido personas que han sido más generosos y fraternales contigo, Eso es lo verdaderamente importante. Te propongo que, en los momentos depresivos y de decaimiento en lo personal, escribas. Desahógate con franqueza y justicia. Después de escribir, encontrarás mucha paz y sosiego. Es como si estuvieras hablando contigo misma. Analiza errores y aciertos. Y acude a tu imaginación para proyectar sendas ilusionadas que te propongas emprender. Te confieso que yo hago parecido, cuando me siento mal por la soledad, por la rutina o por los errores y aciertos que he podido ser partícipe durante el día”. 


Fue una noche, sencilla, encantadora, feliz. La proximidad al mar y el rumor de las olas dibujaron una escenografía en la que ambos compañeros de trabajos se sintieron avanzando en la amistad y en la cálida proximidad. Esos encuentros sabatinos se fueron repitiendo pues ambos necesitaban el valor de la comunicación y la amistad. Julia se sentía, después de mucho tiempo, ilusionada y aceptada en su sencilla naturaleza. En uno de esos encuentros, Nazario le pidió la confianza de poder conocer alguno de esos escritos que ella aseguraba hacer en muchas de las noches, antes de irse a la cama. Julia le trajo cuatro hojas, como ejemplo de esas reflexiones escritas. Nazario quedó asombrado al comprobar que bel protagonista de los párrafos por ella redactados era él. La realidad es que ella se sentía “arropada”, respetada, querida, por una buena persona que la superaba en edad. Pero esa notable diferencia cronológica servía a uno y a otro para complementar muchas de sus carencias. 

Han pasado los meses. Julia sigue escribiendo. Ahora lo hace en casa de Nazario. Allí conviven, junto a su madre, doña Amelia, señora que su discreción, ve a su hija notablemente cambiada en su situación anímica, compartiendo la vida con alguien que la quiere y necesita. Todas las noches, Julia no deja de escribir su reflexión acerca de los contrastados avatares que componen la difícil aventura de vivir, -

 

 

ESCRIBIR EN TIEMPOS CONVULSOS

 

 

                José L. Casado Toro. PUNTO DE ENCUENTRO PARA LA AMISTAD

Antiguo Profesor del I.E.S. Ntra. Sra. de la Victoria. Málaga

Viernes 26 septiembre 2025

                                                                                                                                                                                                                  

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