Tras esa claridad que nos transmite la transparencia de la ventana, algo nublada o con un pequeño anticipo de jornada soleada, nos llega un nuevo día propuesto para la ilusión, el desconsuelo, la rutina o la aventura, Como el de ayer o mañana, marcado por un número entre las hojas, no vegetales, del calendario. Aquellos que practicamos el hábito de madrugar, por obligación laboral o por la exigencia psico-somática de nuestro organismo, solemos echar una primera ojeada, en función del tiempo disponible, a las portadas de los principales diarios que se nos ofrecen con puntualidad meridiana desde las páginas digitales de Internet. ¿Cuáles son las noticias más destacadas que nos traen las voces mediáticas, locales o nacionales? Y te asomas a ese mirador que contempla el valle sembrado de la sociología ciudadana, con una mezcla de interés, curiosidad y valentía no exenta de prudencia, ante lo relevante de la realidad. Centras tu lectura para con aquellas secciones periodísticas que más se vinculan a tus aficiones, necesidades, deseos y costumbres. Todo ello, tras un primer visionado de la primera página del órgano correspondiente de prensa que, a modo de índice sugerente, propone lo más destacado de su repertorio para la comunicación a los lectores.
Hoy nos hemos encontrado con un “dulce” término lingüístico para enriquecer el argot de nuestro vocabulario. ¡Llegan los OPINÓMETROS! Hay que reconocer que la palabrita, con esa dosis de sensualidad aterciopelada para un buen impacto en la colectividad, nos trae a la conciencia la realidad de otro aparatito, digital como es debido, que va a poblar la amplísima tecnología que sustenta nuestras relaciones interpersonales en la sociedad. Resumo los datos, aportados por los medios de comunicación malagueños. Los gestores que rigen el Ayuntamiento de Málaga han adquirido veinticinco de esos artilugios medidores y procesadores, a fin de instalarlos en otras tantas sedes municipales. En las diez Juntas de Distrito, edificio de la Casona del Parque, Teatro Cervantes, Palacio de Congresos, Palacio de Deportes Martín Carpena, Centro de Arte Contemporáneo, Centros de Mayores… podremos ver y utilizar estos medidores de la opinión pública, con pantalla táctil y 150 centímetros de formato, en su altura. Han costado unos 200.000 euros de nuestros impuestos y tributos. Gasto especialmente significativo en esta época de indigencia económica. En realidad, ese dinero se ha cargado en la partida del FEELS que, para no hacer más complicada la explicación, es la partida que han recibido los Ayuntamientos desde la Administración Central con el objetivo de crear empleo, en estos tiempos de cruel recesión económica. Pregúntenles a los bancos y entidades financieras. Ellos saben mejor que nadie, en su irresponsable conciencia, el por qué estamos en una fase B del sistema capitalista, con las dramáticas secuelas sociales que tal situación depresiva conlleva. Volvamos a la noticia. Parece que nuestra Excma Corporación Municipal piensa que gastándose 200.000 euros del “Plan Zapatero” puede generar muchos puestos de trabajo. Tal vez sea ello cierto, pero me temo que sólo para los que tengan la oportunidad de trabajar en la empresa que haya construido los susodichos “opinómetros”.
¿Y cómo van a funcionar esos procesadores de la opinión popular? Te acercas a su irresistible diseño y entablas un literario diálogo con su teclado que, entiendo, se genera digitalmente en su pantalla LCD para su utilización táctil. Te requiere la edad, el sexo, la situación laboral y la zona de residencia. Se respeta el anonimato, pues no revelas la privacidad de tu nombre y, supongo, se te pregunta con alguna escala numérica tu valoración cualitativa o cuantitativa de los servicios turísticos, culturales, deportivos, medio ambientales, sin descartar la política de seguridad, juventud o urbanismo en tu barriada de residencia correspondiente. Cada mes, los regidores del organismo municipal recibirán, debidamente estructurada y procesada, esa información tan necesaria para mejor diseñar los destinos de su política gestora ante la ciudadanía. Y es que se acercan tiempos electorales, por lo que esos medidores pueden ser sumamente útiles para reconducir de manera partidista la tendencia de la papeleta electoral. Conociendo las “nobles artes” que se utilizan en la navegación de la política, caben pocas dudas que el copo playero de los votos motiva muchas de estas decisiones para la manipulación sociológica de las urnas electorales.
Cualquier medio o procedimiento que permita recoger el sentir de la ciudadanía entiendo que es positivo. Aun siendo discutible que estas partidas económicas se inviertan en una época de dificultad financiera, en la que se contraen sueldos y pensiones, incrementándose duramente los tributos, quedando muchas necesidades sociales, temporal o indefinidamente, pospuestas para mejor ocasión u oportunidad. Es patente que gastos de 200.000 euros en estos artilugios denominados…. “opinómetros” bello esfuerzo imaginativo para la creatividad terminológica, cuando se aproximan fechas electorales, no es precisamente una buena imagen para la sensatez inversora. Decía, líneas atrás, que los gestores políticos deben estar, obviamente, bien informados de lo que piensan aquellos a quienes gobiernan. Otra cosa es la eficacia de estos muestreos e incluso la operatividad de las mismos para rediseñar los cauces administrativos y políticos en la acción pública. Nadie se ha de engañar. Envías cartas de protesta y reclamación a los departamentos correspondientes, sin el menor eco de aquéllos que están al frente de los mismos y, después, ves como reaccionan con la celeridad del sonrojo cuando esa misma carta o misiva aparece publicada en un medio de comunicación. Así funcionan, así actúan. ¿Cuál será la real utilidad de estos veinticinco receptores de la valoración popular? Sólo el tiempo será fiel juez de la rentabilidad social de esta decisión del consistorio municipal malacitano.
A nivel ESCOLAR, siempre me he preocupado de CONOCER la opinión de aquellos jóvenes a quienes impartía docencia y educaba en valores. Y había muchas formas y procedimientos para conseguir ese fin que sustenta la información.
Uno de los más económicos, y de compensación manifiesta, era observar las miradas de mis afectos alumnos. Cuando estabas explicando, cuando planteabas una opción o posibilidad en el ámbito escolar, cuando elogiabas o hacías tomar conciencia del error, era más que suficiente analizar esa respuesta mímica y expresiva que no tardaba en aparecer en sus ojos y semblantes. Te ayudaban a formar una primera composición de lugar acerca de cómo estaban recibiendo el mensaje, aún antes de cualquier otro recurso analítico.
De igual forma, esas entrevistas individuales, de ámbito tutorial, en los escasos minutos del recreo diario, me ayudaban, en el contexto de la conversación, a conocer interesantes elementos de la ciudadanía escolar con la que a diario trabajaba. Ya no sólo era la opinión de mi interlocutor, más o menos expresivo según carácter, sino que él mismo servía de puente, de manera consciente o subliminal, como portavoz valorativo de no pocos de sus compañeros de aula o Centro.
Por supuesto, el diálogo con los responsables familiares. Los críos hablan en casa. Suelen comentar con sus padres y madres aspectos de aquel u otro Profesor, compañero o circunstancia acaecida en el contexto colegial. Los tutores familiares trasladan estas muestras y datos informativos, en el transcurso de la sesión de entrevistas programadas u ocasionales.
Pero, sobre todo, el momento más decisivo en esta recepción de lo que piensan los educandos es cuando planteaba unas ENCUESTAS ESCRITAS, aprovechando la hora utilísima de la tutoría colectiva semanal. Esa hora tan importante para tu quehacer formativo, siempre y cuando tengas la voluntad de aprovecharla a fin de conocer mejor a quienes mejor debes conocer en el desarrollo de tu profesión. Los alumnos.
¿CUÁNDO SE DEBEN PLANTEAR ESTAS ENCUESTAS?
La respuesta es concluyente. En el momento en que cada Profesor-tutor lo considere oportuno. Sin embargo, hay unas circunstancias especiales que aconsejan llevar a efecto los aludidos muestreos. En las primeras semanas del Curso; tras las vacaciones de Navidad y Semana Santa, posteriores a la celebración de la 1ª y 2ª de las evaluaciones; cuando se detecte un bajón importante en el rendimiento o en la relación intergrupal; también, cuando fluyan problemas graves de comportamiento disciplinario.
¿CÓMO DEBEN SER REDACTADOS LOS INTERROGANTES CORRESPONDIENTES?
Desde luego habría que evitar preguntas de elaboración complicada. No han de ser numerosas, para evitar el cansancio. Su planteamiento ha de ser muy claro y concreto. Puede haber preguntas que posibiliten elegir una opción sugerida en las respuestas. Pero, al tiempo, los alumnos deben tener la libertad de expresar sus propios criterios, por lo que muchas de las mismas han de ser del tipo de respuesta abierta. Y, por supuesto, debe de haber un interrogante no expresado para que nuestros alumnos aporten todo lo que quieran expresar. ¿Quieres añadir algo más que no se te haya preguntado?
¿ANÓNIMAS O CON IDENTIFICACIÓN PERSONAL?
En principio me inclino a que los alumnos mantengan el anonimato. Ello les ayudará y animará, subsiguientemente, a ser más sinceros y valientes en lo que expresen. Tendrán menos cortapisas en desarrollar o decir lo que piensan. De todas formas, todos los impresos elaborados al efecto tendrán unas líneas superiores donde cada uno indicará la fecha en que se responde y la posibilidad de anotar sus nombres si así lo consideran oportuno. Mi experiencia me hace afirmar que no son pocos los que acaban firmando, con su nombre y apellidos, la muestra que se les ha facilitado.
¿LOS ALUMNOS HAN DE SER INFORMADOS DEL RESUMEN ESTADÍSTICO DE LOS RESULTADOS, CON EL ANÁLISIS VALORATIVO QUE HAYAN POSIBILITADO?
Parece obvio. Y habrá que hacerlo sin dilatar en exceso la comunicación de los datos. Aunque el tutor realice su propia valoración de la encuesta, los asistentes al debate pueden y deben aportar también sus propias conclusiones, una vez conocidos los números porcentuales exactos de lo que globalmente se ha manifestado. Dichas conclusiones deben servir de punto de partida para rectificar, mejorar, cambiar, potenciar, o delimitar modificaciones que afecten a la vida académica, tanto en el estudio, la disciplina, y la generación y práctica de valores. Se deben buscar soluciones y llevarlas a la práctica.
Retomando la información que da fundamento a este escrito, debo concluir que siendo la decisión adoptada asépticamente positiva no es éste el momento más presentable de hacer un gasto de esta naturaleza. Deben existir otras prioridades, sociales o de infraestructuras. La inminencia electoral que se cierne sobre el pueblo español en este momento, hace sospechar una clara intencionalidad política por parte de los dirigentes del principal municipio malagueño. Sobre todo porque la ciudadanía es claramente escéptica de la influencia que se ejerce en la jerarquía administrativa cuando llegan a ésta las reclamaciones u objeciones del ciudadano. Existe una percepción generalizada de que sólo se mueven a golpe de imagen, cuando los problemas se airean en la prensa. Los de uno y el otro signo de banderola partidista. Habrá que conocer, igualmente, la empresa que ha vendido los mecanismos informáticos de opinión al consistorio malagueño. Para eso debe estar el esfuerzo de control por parte de la oposición política municipal, con el seguimiento subsiguiente de claridad en las cuentas.
Contemplamos, con encomiable paciencia:
los teóricos vaivenes urbanísticos en la histórica Plaza de la Merced;
la indefinible e interminable solución al Puerto marítimo malacitano;
los amplios terrenos en erial del antiguo Campamento Benítez;
la arqueológica y eternamente inacaba calle Alcazabilla;
los degradados e inutilizados Baños del Carmen;
la “diligencia” que se lleva a efecto en las obras del metropolitano;
el cauce o “rambla” desaprovechada del río Guadalmedina;
el espejismo de un tren costero que llegue hasta Marbella… Algeciras;
los edificios ruinosos de los cines Astoria y Andalucía, entre otros;
el inexistente gran Parque de Atracciones, emblemático para la industria del ocio de la Costa del Sol;
los domingos y festivos depresivos para el turismo de cruceros o de otro signo, en la capital malagueña;
un Auditorio mil veces anunciado y nunca comenzado;
una Banda Municipal de Música que ha de suspender sus actuaciones, cuando el cielo amenaza lluvia o se hacen efectivas las precipitaciones;
unas playas, con banderas azules y aguas inquietantemente marrones, para delirio del absurdo y la incompetencia, con el peligro subsiguiente;
unos datos del desempleo que debían generar el color que preside este párrafo, en algunos o muchos de lo rostros empresariales y políticos;
una asistencia sanitaria masificada y dramáticamente lenta, con ese macrohospital que no se decide para su construcción……….
Por cierto, ¿cuánto tiempo llevan gobernando, los UNOS?
¿Y cuánto tiempo llevan gobernando, los OTROS?
Sobre los OPINÓMETROS…. total, es sólo una pequeña partida de 200.000 euros, según informa la prensa. Un “modesto” gasto para el mejor servicio a la ciudad.-
José L. Casado Toro (viernes, 29 octubre 2010)